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Foto de Kaushal Moradiya

La vida nos invita a cuestionarnos sobre nuestras prioridades y sobre lo que nos hace verdaderamente felices. Lo anterior es el resultado de un progresivo proceso de conciencia, o de un suceso inesperado y profundo que cambió nuestra existencia, esto nos lleva a despertar, a reconocer nuestro gran valor, y a amarnos auténticamente.

A continuación, una lista de 21 señales que muestran cambios en la vida espiritual. Te invito a mirar cuáles ya tienes:

1. Empiezas a cuestionarte sobre el sentido de la vida que llevas y si lo que estás haciendo realmente te hace plena, próspera y en felicidad.

2. Te aburre la rutina y sueñas con viajar, con conocer otros horizontes y con descubrir a otras personas. Dejas de temer a comenzar de nuevo.

3. Sientes cansancio del ruido y decides tener el privilegio de buscar espacios de silencio, donde puedes encontrarte y escuchar tu voz interior.

4. Dejas atrás las cargas que no son tuyas y optas por darte prioridad en la atención, los cuidados y bienestar que mereces.

5. Tomas decisiones para cambiar tu realidad, y buscas espacios y oportunidades que realmente te permitan ser tú misma.

6. Empieza a importarte menos las críticas y el qué dirán, y te arriesgas a ir tras tus sueños, a buscar a la persona que amas, a recuperar los caminos que te llevan a tus verdaderas metas.

7. Te das cuenta que el tiempo es un recurso tan valioso que no puede recuperarse y por eso decides aprovecharlo al máximo, compartirlo con tus seres queridos y disfrutar intensamente de cada momento.

8. Comprendes que tu energía, tu salud, tu juventud y tus recursos merecen ser invertidos en causas, proyectos y emprendimientos que te lleven a sentirte pleno, realizado y completamente en gozo.

9. Reconoces tu valor y te alejas de situaciones, personas o recuerdos que te hacen daño, te humillan, te opacan o te entristecen.

10. Defiendes tu libertad y rompes con determinación las ataduras, abres tus alas y dejas atrás las jaulas que te aprisionan.

11. Te muestras más comprensivo, amable y dulce contigo mismo, te perdonas, te aceptas y te amas profundamente.

12. Seleccionas con sabiduría tus batallas, y no permites que te saquen de tu paz, de tu respeto y de tu amor propio.

13. Comienzas a ver la verdadera belleza en lo que te rodea y renuncias a dejarte impresionar por las apariencias, por los engaños o por la superficialidad.

14. Te sientes una con la divinidad y comienzas a verla en todos los seres humanos y en la creación.

15. Aceptas tu pasado como una escuela, recibes las enseñanzas de las experiencias vividas, pero te concentras en estar en tu presente.

16. Te comprometes cada día a respetar el templo que es tu cuerpo, a cultivar tu mente, a sanar tu corazón y a vivir en armonía.

17. Disfrutas tu sexualidad como un canal maravilloso de bienestar, amor y espiritualidad, renunciando a que alguien te instrumentalice, te abuse o te denigre.

18. Ríes profundamente, dejas que tu hermosa niña interior salga a jugar y te permites sorprenderte con admiración por este mundo maravilloso.

19. Honras a tus ancestras y ancestros, valoras a tu madre y padre y respetas con veneración a las personas ancianas.

20. Sientes la necesidad de agradecer, agradecer y agradecer.

21. Experimentas en tu vida que te vas convirtiendo en amor.

Deseo de corazón, que estos cambios, ya estén ocurriendo en su cotidiano y brillen con el poder del sol interior del amor. Hasta pronto y desde ya bienvenidas a un próximo escrito.

21 Cambios en la Vida Espiritual

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November 19, 2022

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Foto de Kaushal Moradiya

La vida nos invita a cuestionarnos sobre nuestras prioridades y sobre lo que nos hace verdaderamente felices. Lo anterior es el resultado de un progresivo proceso de conciencia, o de un suceso inesperado y profundo que cambió nuestra existencia, esto nos lleva a despertar, a reconocer nuestro gran valor, y a amarnos auténticamente.

A continuación, una lista de 21 señales que muestran cambios en la vida espiritual. Te invito a mirar cuáles ya tienes:

1. Empiezas a cuestionarte sobre el sentido de la vida que llevas y si lo que estás haciendo realmente te hace plena, próspera y en felicidad.

2. Te aburre la rutina y sueñas con viajar, con conocer otros horizontes y con descubrir a otras personas. Dejas de temer a comenzar de nuevo.

3. Sientes cansancio del ruido y decides tener el privilegio de buscar espacios de silencio, donde puedes encontrarte y escuchar tu voz interior.

4. Dejas atrás las cargas que no son tuyas y optas por darte prioridad en la atención, los cuidados y bienestar que mereces.

5. Tomas decisiones para cambiar tu realidad, y buscas espacios y oportunidades que realmente te permitan ser tú misma.

6. Empieza a importarte menos las críticas y el qué dirán, y te arriesgas a ir tras tus sueños, a buscar a la persona que amas, a recuperar los caminos que te llevan a tus verdaderas metas.

7. Te das cuenta que el tiempo es un recurso tan valioso que no puede recuperarse y por eso decides aprovecharlo al máximo, compartirlo con tus seres queridos y disfrutar intensamente de cada momento.

8. Comprendes que tu energía, tu salud, tu juventud y tus recursos merecen ser invertidos en causas, proyectos y emprendimientos que te lleven a sentirte pleno, realizado y completamente en gozo.

9. Reconoces tu valor y te alejas de situaciones, personas o recuerdos que te hacen daño, te humillan, te opacan o te entristecen.

10. Defiendes tu libertad y rompes con determinación las ataduras, abres tus alas y dejas atrás las jaulas que te aprisionan.

11. Te muestras más comprensivo, amable y dulce contigo mismo, te perdonas, te aceptas y te amas profundamente.

12. Seleccionas con sabiduría tus batallas, y no permites que te saquen de tu paz, de tu respeto y de tu amor propio.

13. Comienzas a ver la verdadera belleza en lo que te rodea y renuncias a dejarte impresionar por las apariencias, por los engaños o por la superficialidad.

14. Te sientes una con la divinidad y comienzas a verla en todos los seres humanos y en la creación.

15. Aceptas tu pasado como una escuela, recibes las enseñanzas de las experiencias vividas, pero te concentras en estar en tu presente.

16. Te comprometes cada día a respetar el templo que es tu cuerpo, a cultivar tu mente, a sanar tu corazón y a vivir en armonía.

17. Disfrutas tu sexualidad como un canal maravilloso de bienestar, amor y espiritualidad, renunciando a que alguien te instrumentalice, te abuse o te denigre.

18. Ríes profundamente, dejas que tu hermosa niña interior salga a jugar y te permites sorprenderte con admiración por este mundo maravilloso.

19. Honras a tus ancestras y ancestros, valoras a tu madre y padre y respetas con veneración a las personas ancianas.

20. Sientes la necesidad de agradecer, agradecer y agradecer.

21. Experimentas en tu vida que te vas convirtiendo en amor.

Deseo de corazón, que estos cambios, ya estén ocurriendo en su cotidiano y brillen con el poder del sol interior del amor. Hasta pronto y desde ya bienvenidas a un próximo escrito.

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