Historia del Gulag o el Campo de Concentración Soviético

January 2, 2024
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Mapa de los campos de concentración en la URSS Tomada de Gulag Online

En el presente artículo hablaré de la historia del gulag porque a pesar de no poder llamársele genocidio a lo que aconteció en ellos sí podemos llamarle práctica social genocida. 

Entiendo […] como ‘práctica social genocida’ aquella tecnología del poder cuyo objetivo radica en la destrucción de las relaciones sociales de autonomía y cooperación y de la identidad de una sociedad, por medio del aniquilamiento de una fracción relevante (sea por su número o por los efectos de sus prácticas) de dicha sociedad y del uso del terror, producto del aniquilamiento para el establecimiento de nuevas relaciones sociales y modelos identitarios (Feirstein, 2011, p.83). 

Porque la deportación y los arrestos masivos, que terminaban en millones de muertes, recaían sobre elementos anti revolucionarios de diferentes partidos (un grupo político), sobre las minorías nacionales como los ucranianos y los polacos (grupos nacionales), sobre minorías étnicas como los judíos (un grupo étnico) y sobre sectas religiosas de cualquier tipo (grupos religiosos). El gulag y las deportaciones masivas no solo tenían como objeto reprimir a estas poblaciones sino exterminarlas a través de trabajo forzado y condiciones de existencia precarias. Muchos fueron asesinados antes de llegar al gulag y otros fueron muertos allí por diversos motivos: enfermedad, cansancio, fusilamientos, tortura, asesinatos a manos de otros presos, machas de la muerte en el periodo de la Segunda Guerra Mundial y asesinatos masivos por parte de los captores 

Hubo millones de muertes ocasionadas por el gulag gracias a Stalin. Este sistema penitenciario tenía ya un precedente en la Rusia zarista desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX (Applebaum, 2003). El gulag solo terminaría de existir después de la muerte de Stalin, con Gorbachev, cuando se dio amnistía a los prisioneros políticos en 1986 (Appleabaum, 2003); sin embargo, los campos de Perm cerrarían en 1992 una vez la URSS había caído (Applebaum, 2003). Es importante decir que justo después de la muerte de Stalin muchos campos fueron desmantelados y otros fueron cedidos a diferentes departamentos como el de minería para su explotación con trabajadores libres. En el transcurso de la guerra se abrieron gulags en Polonia, Hungría y Alemania. Muchos de estos se utilizaban para alojar prisioneros de guerra. Cada uno de esos campos eran manejados por autoridades nacionales y dependía de ellos su funcionamiento. Se fueron acabando paulatinamente después del final de la guerra. 

El gulag era considerado por Stalin una pieza esencial para la economía de la URSS por su característica de tener en él trabajos forzados. Los campos se situarían alrededor de todo el territorio donde había, en muchos casos, recursos naturales para explotarlos con mano de obra forzada. También se situarían en las partes más inhóspitas y alejadas para crear comercio y atraer habitantes. Los deportados irían a parar a estas regiones sin permiso a dejarlas.

Todos los arrestos y deportaciones tenían un motivo real y uno como fachada. El primero era la orden de Stalin de generar más mano de obra, las purgas en los partidos y en el Politburo a causa de la paranoia del mandatario y la obsesión con encontrar enemigos del sistema. “La manía por los arrestos y las ejecuciones se extendió por la jerarquía del Partido y a través de la sociedad. Fue impulsada desde arriba por Stalin, quien la utilizó para eliminar a sus enemigos, crear una nueva clase de líderes leales, aterrorizar la población soviética-y llenar los campos de concentración” (Applebaum 2003). El Estado totalitario rompe el tejido social al hacer a cualquiera un posible enemigo, denunciante o elemento indeseado. En el caso de Stalin existía la necesidad de mostrar que cualquier persona era prescindible, cualquiera podría terminar muerto, exiliado o condenado al gulag; incluso sus más altos mandos. El régimen totalitario de soviético mostraba que nadie estaba a salvo. Cualquiera podría ser considerado un traidor y el único capaz de saber quién lo era, era Stalin.  

El segundo eran las supuestas las denuncias de traición y pensamiento anti soviético que pululaban dentro de los organismos de control como la NKVD y la KGB. Los interrogatorios eran regla, en ellos se usaban diferentes maneras de tortura con miras a la delación y a la confesión de crímenes no cometidos. Después había un pequeño juicio en el cual los arrestados siempre eran encontrados culpables y en donde se daba la sentencia de exilio o tiempo en el campo. “Desde 1929, cuando el Gulag comenzó su gran expansión, hasta 1953, cuando Stalin murió, los mejores estimados indican que alrededor de dieciocho millones de personas pasaron por este sistema masivo. Cerca de otros seis millones fueron mandados al exilio” (Applebaum, 2003).

No queda espacio para la resistencia ni para la crítica del régimen. No existe la posibilidad de un pensamiento disidente. Cualquier comentario en contra de Stalin, cualquier sospecha de pensamiento o acción anti revolucionaria tenían como consecuencia la tortura y los otros destinos ya nombrados. Pertenecer a una minoría nacional era de por sí un motivo legítimo para llevar a las personas al gulag o al exilio. Ser nombrado por un sospechoso era motivo suficiente para ser condenado. 

El uso de la tortura como medio para extraer una confesión falsa crea en reo una ruptura: antes estaba seguro y libre, ahora está a merced de sus torturadores en medio de un aparato estatal corrupto que lo condena y lo hiere injustamente. Su familia y conocidos tampoco están a salvo y terminarán como él sin garantías sociales. Hubo diferentes momentos en los cuales fue aceptada la tortura y en otros fue prohibida. En la segunda mitad del siglo XX se dejó esta práctica por completo.

El gulag, según Stalin, debía ser autosostenible y productivo para la sociedad. Sin embargo, éste siempre fue subsidiado por el gobierno incurriendo en un gasto considerable. Se utilizaban grandes cantidades de recursos para crear los campos en lugares remotos, era necesario dar a los prisioneros ropa y comida además de alojamiento. Estos gastos nunca fueron suplidos por la productividad de los campos. A pesar de explotar los recursos naturales de muchos lugares de la URSS y de producir armamento y uniformes durante la Segunda Guerra Mundial los campos seguían siendo una carga financiera para el gobierno. La mano de obra forzada, la deficiencia de los alimentos para los presos, los malos tratos y la exagerada cantidad de muertes en los campos son factores que hacían que el gulag no pudiera generar ganancias. 

48th kilometre labour camp. ©DigitalGlobe, Inc.


La URSS siempre quiso dar una buena imagen internacional, una imagen de prosperidad, bienestar y fuerza. Sin embargo, la situación de los prisioneros del gulag siempre fue un impedimento para mostrar una situación de concordancia con los acuerdos internacionales de derechos humanos. Los organismos de derechos humanos tenían conocimiento de por medio de testimonios que se propagaban a través de la prensa y el radio internacionalmente entrados los años 70 de los prisioneros políticos. Amnistía Internacional hizo un análisis del código penal soviético en 1974 en el cual mostró que había varias inconsistencias entre la declaración de derechos humanos y el mismo. Varios artículos muestran que cualquier actividad que se considerara antisoviética se podría condenar a encarcelamiento y/o exilio. 

Artículo 70: Propaganda y Agitación Antisoviética: Agitación o propaganda realizada con el propósito de subvertir o debilitar el régimen Soviético o de cometer crímenes particularmente peligrosos para el Estado, o la circulación, para el mismo propósito, de fabricaciones denigratorias que difamen al Estado soviético y al sistema social, o la circulación o preparación o pertenencia, para el mismo propósito de literatura de dicho contenido, será castigado con la depravación de la libertad por un término de 6 meses a 7 años, con o sin exilio adicional por un término de 2 a 5 años, o por exilio por un término de 2 a 5 años (Amnesty International, 1975, p.7).

Después de la guerra representantes de todo el mundo buscaban respuesta de las personas desaparecidas durante la ocupación del Ejército Rojo en Europa. Se estima que hubo más de un millón de capturados que habían ido a parar en diferentes campos de detención. Eventualmente, la NKVD dispuso personas encargas para buscarlos y para estudiar sus casos para liberarlos (Applebaum, 2003). Muchos de los prisioneros murieron a causa de las condiciones paupérrimas de los campos.  

Para concluir, Stalin utilizó una maquinaria de poder sistemática para la aniquilación de varias minorías raciales y étnicas. Creó un sistema carcelario que obedecía a la lógica totalitarias, quitando derechos y estableciendo culpables a su voluntad, matando a miles de personas por sus condiciones deficientes y extremas y por asesinato. Diseminó terror por toda la sociedad. Por todo lo anterior se dice que utilizó prácticas sociales genocidas.

Bibliografía

Amnesty International. 1975. Prisioners of Conscience in the USSR. Their treatment and conditions. 

Applebaum, A. 2003. Gulgag: A History.

Feierstein, D. 2011. El Genocidio Como Práctica Social.

Gulag.online 2013-2020. 



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April 30, 2020

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En el presente artículo hablaré de la historia del gulag porque a pesar de no poder llamársele genocidio a lo que aconteció en ellos sí podemos llamarle práctica social genocida. 

Entiendo […] como ‘práctica social genocida’ aquella tecnología del poder cuyo objetivo radica en la destrucción de las relaciones sociales de autonomía y cooperación y de la identidad de una sociedad, por medio del aniquilamiento de una fracción relevante (sea por su número o por los efectos de sus prácticas) de dicha sociedad y del uso del terror, producto del aniquilamiento para el establecimiento de nuevas relaciones sociales y modelos identitarios (Feirstein, 2011, p.83). 

Porque la deportación y los arrestos masivos, que terminaban en millones de muertes, recaían sobre elementos anti revolucionarios de diferentes partidos (un grupo político), sobre las minorías nacionales como los ucranianos y los polacos (grupos nacionales), sobre minorías étnicas como los judíos (un grupo étnico) y sobre sectas religiosas de cualquier tipo (grupos religiosos). El gulag y las deportaciones masivas no solo tenían como objeto reprimir a estas poblaciones sino exterminarlas a través de trabajo forzado y condiciones de existencia precarias. Muchos fueron asesinados antes de llegar al gulag y otros fueron muertos allí por diversos motivos: enfermedad, cansancio, fusilamientos, tortura, asesinatos a manos de otros presos, machas de la muerte en el periodo de la Segunda Guerra Mundial y asesinatos masivos por parte de los captores 

Hubo millones de muertes ocasionadas por el gulag gracias a Stalin. Este sistema penitenciario tenía ya un precedente en la Rusia zarista desde el siglo XVII hasta principios del siglo XX (Applebaum, 2003). El gulag solo terminaría de existir después de la muerte de Stalin, con Gorbachev, cuando se dio amnistía a los prisioneros políticos en 1986 (Appleabaum, 2003); sin embargo, los campos de Perm cerrarían en 1992 una vez la URSS había caído (Applebaum, 2003). Es importante decir que justo después de la muerte de Stalin muchos campos fueron desmantelados y otros fueron cedidos a diferentes departamentos como el de minería para su explotación con trabajadores libres. En el transcurso de la guerra se abrieron gulags en Polonia, Hungría y Alemania. Muchos de estos se utilizaban para alojar prisioneros de guerra. Cada uno de esos campos eran manejados por autoridades nacionales y dependía de ellos su funcionamiento. Se fueron acabando paulatinamente después del final de la guerra. 

El gulag era considerado por Stalin una pieza esencial para la economía de la URSS por su característica de tener en él trabajos forzados. Los campos se situarían alrededor de todo el territorio donde había, en muchos casos, recursos naturales para explotarlos con mano de obra forzada. También se situarían en las partes más inhóspitas y alejadas para crear comercio y atraer habitantes. Los deportados irían a parar a estas regiones sin permiso a dejarlas.

Todos los arrestos y deportaciones tenían un motivo real y uno como fachada. El primero era la orden de Stalin de generar más mano de obra, las purgas en los partidos y en el Politburo a causa de la paranoia del mandatario y la obsesión con encontrar enemigos del sistema. “La manía por los arrestos y las ejecuciones se extendió por la jerarquía del Partido y a través de la sociedad. Fue impulsada desde arriba por Stalin, quien la utilizó para eliminar a sus enemigos, crear una nueva clase de líderes leales, aterrorizar la población soviética-y llenar los campos de concentración” (Applebaum 2003). El Estado totalitario rompe el tejido social al hacer a cualquiera un posible enemigo, denunciante o elemento indeseado. En el caso de Stalin existía la necesidad de mostrar que cualquier persona era prescindible, cualquiera podría terminar muerto, exiliado o condenado al gulag; incluso sus más altos mandos. El régimen totalitario de soviético mostraba que nadie estaba a salvo. Cualquiera podría ser considerado un traidor y el único capaz de saber quién lo era, era Stalin.  

El segundo eran las supuestas las denuncias de traición y pensamiento anti soviético que pululaban dentro de los organismos de control como la NKVD y la KGB. Los interrogatorios eran regla, en ellos se usaban diferentes maneras de tortura con miras a la delación y a la confesión de crímenes no cometidos. Después había un pequeño juicio en el cual los arrestados siempre eran encontrados culpables y en donde se daba la sentencia de exilio o tiempo en el campo. “Desde 1929, cuando el Gulag comenzó su gran expansión, hasta 1953, cuando Stalin murió, los mejores estimados indican que alrededor de dieciocho millones de personas pasaron por este sistema masivo. Cerca de otros seis millones fueron mandados al exilio” (Applebaum, 2003).

No queda espacio para la resistencia ni para la crítica del régimen. No existe la posibilidad de un pensamiento disidente. Cualquier comentario en contra de Stalin, cualquier sospecha de pensamiento o acción anti revolucionaria tenían como consecuencia la tortura y los otros destinos ya nombrados. Pertenecer a una minoría nacional era de por sí un motivo legítimo para llevar a las personas al gulag o al exilio. Ser nombrado por un sospechoso era motivo suficiente para ser condenado. 

El uso de la tortura como medio para extraer una confesión falsa crea en reo una ruptura: antes estaba seguro y libre, ahora está a merced de sus torturadores en medio de un aparato estatal corrupto que lo condena y lo hiere injustamente. Su familia y conocidos tampoco están a salvo y terminarán como él sin garantías sociales. Hubo diferentes momentos en los cuales fue aceptada la tortura y en otros fue prohibida. En la segunda mitad del siglo XX se dejó esta práctica por completo.

El gulag, según Stalin, debía ser autosostenible y productivo para la sociedad. Sin embargo, éste siempre fue subsidiado por el gobierno incurriendo en un gasto considerable. Se utilizaban grandes cantidades de recursos para crear los campos en lugares remotos, era necesario dar a los prisioneros ropa y comida además de alojamiento. Estos gastos nunca fueron suplidos por la productividad de los campos. A pesar de explotar los recursos naturales de muchos lugares de la URSS y de producir armamento y uniformes durante la Segunda Guerra Mundial los campos seguían siendo una carga financiera para el gobierno. La mano de obra forzada, la deficiencia de los alimentos para los presos, los malos tratos y la exagerada cantidad de muertes en los campos son factores que hacían que el gulag no pudiera generar ganancias. 

48th kilometre labour camp. ©DigitalGlobe, Inc.


La URSS siempre quiso dar una buena imagen internacional, una imagen de prosperidad, bienestar y fuerza. Sin embargo, la situación de los prisioneros del gulag siempre fue un impedimento para mostrar una situación de concordancia con los acuerdos internacionales de derechos humanos. Los organismos de derechos humanos tenían conocimiento de por medio de testimonios que se propagaban a través de la prensa y el radio internacionalmente entrados los años 70 de los prisioneros políticos. Amnistía Internacional hizo un análisis del código penal soviético en 1974 en el cual mostró que había varias inconsistencias entre la declaración de derechos humanos y el mismo. Varios artículos muestran que cualquier actividad que se considerara antisoviética se podría condenar a encarcelamiento y/o exilio. 

Artículo 70: Propaganda y Agitación Antisoviética: Agitación o propaganda realizada con el propósito de subvertir o debilitar el régimen Soviético o de cometer crímenes particularmente peligrosos para el Estado, o la circulación, para el mismo propósito, de fabricaciones denigratorias que difamen al Estado soviético y al sistema social, o la circulación o preparación o pertenencia, para el mismo propósito de literatura de dicho contenido, será castigado con la depravación de la libertad por un término de 6 meses a 7 años, con o sin exilio adicional por un término de 2 a 5 años, o por exilio por un término de 2 a 5 años (Amnesty International, 1975, p.7).

Después de la guerra representantes de todo el mundo buscaban respuesta de las personas desaparecidas durante la ocupación del Ejército Rojo en Europa. Se estima que hubo más de un millón de capturados que habían ido a parar en diferentes campos de detención. Eventualmente, la NKVD dispuso personas encargas para buscarlos y para estudiar sus casos para liberarlos (Applebaum, 2003). Muchos de los prisioneros murieron a causa de las condiciones paupérrimas de los campos.  

Para concluir, Stalin utilizó una maquinaria de poder sistemática para la aniquilación de varias minorías raciales y étnicas. Creó un sistema carcelario que obedecía a la lógica totalitarias, quitando derechos y estableciendo culpables a su voluntad, matando a miles de personas por sus condiciones deficientes y extremas y por asesinato. Diseminó terror por toda la sociedad. Por todo lo anterior se dice que utilizó prácticas sociales genocidas.

Bibliografía

Amnesty International. 1975. Prisioners of Conscience in the USSR. Their treatment and conditions. 

Applebaum, A. 2003. Gulgag: A History.

Feierstein, D. 2011. El Genocidio Como Práctica Social.

Gulag.online 2013-2020. 



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