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Foto: Pixaby

El debate en el Congreso de si se debe o no tener listas cerradas en los partidos políticos en las elecciones populares murió (al menos hasta el 2023). La oportunidad de que existan listas cerradas y se garantice una participación equitativa en política de mujeres se hunde en un Congreso manejado por hombres.

Las leyes de paridad electoral también denominadas cuotas de género o cuotas de equidad, son un tipo de discriminación positiva que consiste en establecer para un cargo, a un porcentaje mínimo de personas de un colectivo que ha sido históricamente discriminado.

Beatriz Quintero, impulsora de la iniciativa, explicó que buscaban que se aprobara la reglamentación que se aprobó en la reforma política del 2015 pero que no había sido aplicada.

La reforma indicaba que para 2018 las listas serán semicerradas; para 2022 las listas deberán tener 40 por ciento de mujeres y para 2026 deberán ser 50% hombres y 50% mujeres. En 2022, las listas al Congreso serán cerradas y bloqueadas.

Esta lucha, por el momento pérdida, rompe el mito de que las mujeres no quieren participar en política, cómo lo ha establecido Begoña Lasagabaster, directora global de la división de políticas de ONU Mujeres en una entrevista. Begoña sostiene que hay muchos estigmas e imaginarios erróneos sobre el rol de la mujer en la política.

Las mujeres son líderes en sus regiones y comunidades y los estereotipos de que porque son madres cabeza de familia deben dedicarse a ellas y no a lo público se deben romper.

Para el 2017, aproximadamente habían 20,9% de mujeres en el Congreso de Colombia y 12,9% en alcaldías locales. Hoy en día el Congreso tiene 56 mujeres, es decir el 21, 7 % del total de 258 congresistas.

La mujer que más obtuvo votación en el país en las elecciones de marzo de 2018 con 105.700 votos fue Angélica Lozano del Partido Alianza Verde.

De los 14 candidatos que asumieron públicamente ser lesbianas, gais, bisexuales o trans, solo dos consiguieron un escaño, una de ellas mujer.

La Misión de Observación Electoral (MOE) nos muestra en este diagrama las respuestas a una encuesta realizada a los miembros del Congreso sobre los factores que limitan la participación política de las mujeres. Solo el 16% de las mujeres y el 10% de los hombres considera que es un tema urgente por discutir.

Foto: Misión Observación Electoral

De acuerdo al último estudio del Foro Económico Mundial, 17 de 149 países analizados tienen mujeres como Jefe de Estado y nos falta 108 años para superar las brechas que existen de género.

América Latina y el Caribe tiene una brecha de género restante promedio de 29.2%, lo que la convierte en la tercera región mejor clasificada. México (50, 72.1%) sube varios rangos después de mostrar mejoras en los cuatro subíndices, alcanzando su nivel de paridad de género más alto hasta la fecha. Chile (54, 71.7%) le sigue de cerca con una mayor proporción de mujeres en el parlamento. Argentina (36º, 73,3%) y Colombia (40º, 72,9%), dos de las economías más grandes de la región, bajaron varios rangos este año, y Brasil (95º, 68,1%) ve un cambio significativo en el progreso, con su género general Brecha de pie en su punto más amplio desde 2011.

 

Estados Unidos, sin pensarlo, fue ejemplo en las últimas elecciones legislativas, después de que se escogiera el mayor número de mujeres electas (84), incluidas Ilhan Omar y Rashida Tlaib dos mujeres musulmanas, Veronica Escobar y Syvia García son las primeras latinas en llegar al Congreso; y Sharice Davids, demócrata, lesbiana y miembro de la nación de Ho-Chunk, y Deb Haaland son mujeres indígenas. Ayanna Pressley se convirtió en la primera legisladora negra en ser elegida por el distrito de Massachisetts.

Así mismo, Jared Polis, es el primer gobernador en Colorado que se ha declarado abiertamente gay. Christine Hallquist es la primera mujer transgénero y quedó electa como gobernadora por Vermont.

Mientras las leyes sigan estando en manos de las mayorías masculinas no podremos superar los techos de cristal. Es necesario aplicar no solo la reforma, así sea en un futuro, sino también incentivar a la ciudadanía para que fomente la participación política de las mujeres en las regiones. Esperemos el próximo año seamos ejemplo en las elecciones locales y departamentales.

Murió #ParidadYA, pero seguimos buscando la diversidad cultural en las instituciones de poder porque las mujeres sí queremos participar en política y ser parte del cambio.  


Murió #ParidadYA ¿Qué Sigue?

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December 30, 2018

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El debate en el Congreso de si se debe o no tener listas cerradas en los partidos políticos en las elecciones populares murió (al menos hasta el 2023). La oportunidad de que existan listas cerradas y se garantice una participación equitativa en política de mujeres se hunde en un Congreso manejado por hombres.

Las leyes de paridad electoral también denominadas cuotas de género o cuotas de equidad, son un tipo de discriminación positiva que consiste en establecer para un cargo, a un porcentaje mínimo de personas de un colectivo que ha sido históricamente discriminado.

Beatriz Quintero, impulsora de la iniciativa, explicó que buscaban que se aprobara la reglamentación que se aprobó en la reforma política del 2015 pero que no había sido aplicada.

La reforma indicaba que para 2018 las listas serán semicerradas; para 2022 las listas deberán tener 40 por ciento de mujeres y para 2026 deberán ser 50% hombres y 50% mujeres. En 2022, las listas al Congreso serán cerradas y bloqueadas.

Esta lucha, por el momento pérdida, rompe el mito de que las mujeres no quieren participar en política, cómo lo ha establecido Begoña Lasagabaster, directora global de la división de políticas de ONU Mujeres en una entrevista. Begoña sostiene que hay muchos estigmas e imaginarios erróneos sobre el rol de la mujer en la política.

Las mujeres son líderes en sus regiones y comunidades y los estereotipos de que porque son madres cabeza de familia deben dedicarse a ellas y no a lo público se deben romper.

Para el 2017, aproximadamente habían 20,9% de mujeres en el Congreso de Colombia y 12,9% en alcaldías locales. Hoy en día el Congreso tiene 56 mujeres, es decir el 21, 7 % del total de 258 congresistas.

La mujer que más obtuvo votación en el país en las elecciones de marzo de 2018 con 105.700 votos fue Angélica Lozano del Partido Alianza Verde.

De los 14 candidatos que asumieron públicamente ser lesbianas, gais, bisexuales o trans, solo dos consiguieron un escaño, una de ellas mujer.

La Misión de Observación Electoral (MOE) nos muestra en este diagrama las respuestas a una encuesta realizada a los miembros del Congreso sobre los factores que limitan la participación política de las mujeres. Solo el 16% de las mujeres y el 10% de los hombres considera que es un tema urgente por discutir.

Foto: Misión Observación Electoral

De acuerdo al último estudio del Foro Económico Mundial, 17 de 149 países analizados tienen mujeres como Jefe de Estado y nos falta 108 años para superar las brechas que existen de género.

América Latina y el Caribe tiene una brecha de género restante promedio de 29.2%, lo que la convierte en la tercera región mejor clasificada. México (50, 72.1%) sube varios rangos después de mostrar mejoras en los cuatro subíndices, alcanzando su nivel de paridad de género más alto hasta la fecha. Chile (54, 71.7%) le sigue de cerca con una mayor proporción de mujeres en el parlamento. Argentina (36º, 73,3%) y Colombia (40º, 72,9%), dos de las economías más grandes de la región, bajaron varios rangos este año, y Brasil (95º, 68,1%) ve un cambio significativo en el progreso, con su género general Brecha de pie en su punto más amplio desde 2011.

 

Estados Unidos, sin pensarlo, fue ejemplo en las últimas elecciones legislativas, después de que se escogiera el mayor número de mujeres electas (84), incluidas Ilhan Omar y Rashida Tlaib dos mujeres musulmanas, Veronica Escobar y Syvia García son las primeras latinas en llegar al Congreso; y Sharice Davids, demócrata, lesbiana y miembro de la nación de Ho-Chunk, y Deb Haaland son mujeres indígenas. Ayanna Pressley se convirtió en la primera legisladora negra en ser elegida por el distrito de Massachisetts.

Así mismo, Jared Polis, es el primer gobernador en Colorado que se ha declarado abiertamente gay. Christine Hallquist es la primera mujer transgénero y quedó electa como gobernadora por Vermont.

Mientras las leyes sigan estando en manos de las mayorías masculinas no podremos superar los techos de cristal. Es necesario aplicar no solo la reforma, así sea en un futuro, sino también incentivar a la ciudadanía para que fomente la participación política de las mujeres en las regiones. Esperemos el próximo año seamos ejemplo en las elecciones locales y departamentales.

Murió #ParidadYA, pero seguimos buscando la diversidad cultural en las instituciones de poder porque las mujeres sí queremos participar en política y ser parte del cambio.  


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