Nuevas Masculinidades es el Deber Ser

June 9, 2019
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Campañas alusivas a las nuevas masculinidades son muy interesantes y vale la pena verlas y comunicarlas, pero más allá de conocerlas, es importante aclarar que no es un favor o una tendencia, es un deber ser de los hombres en realizar labores que ayuden a disminuir las cargas de las mujeres.

Romper la visión androcéntrica

Las llamadas nuevas masculinidades surgen como alternativa a la masculinidad hegemónica y androcéntrica de nuestras sociedades. “Masculinidad hegemónica” hace referencia al conjunto de conductas de masculinidad dominantes, es decir, los modelos más tradicionales de dominación por género que solemos estar acostumbrados. Por ejemplo, que los hombres no pueden ser femeninos y llorar, que son siempre fuertes y que no pueden hacer labores domésticas, entre muchas otras.

Lo anterior, es lo que también se ha visto reflejado en la organización política y social, donde el líder es siempre un hombre y ver a una mujer es totalmente “raro”.Ver cualquier cambio en estas organizaciones y empezar a ver al hombre en casa debe ser algo usual y no ser un fenómeno “raro” o cuestionado. Por eso, las nuevas formas de ver al hombre y sus funciones es llamado nuevas masculinidades.

Este fenómeno busca que se rompan mitos y tradiciones en la forma como funcionamos en los roles de género, sin embargo, lo que quiero dejar puesto sobre la mesa es que estas funciones o tareas de los hombres en una nueva era no debe ser moda o visto como algo nuevo, sino es el deber ser y para eso pongo en ejemplo el papel de la crianza que tienen los padres sobre los hijos.

El papel de crianza

La crianza no debe estar estigmatizada en pensar que solo las madres hacen este tipo de labores, aparte en muchas ocasiones de trabajar las mismas ocho horas que los hombres. La forma como se educa a los niños desde los jardines infantiles y en primaria es vital para demostrar que la igualdad existe y no hay por qué poner barreras de diferencias entre hombres y mujeres.

Cada vez son más, es cierto y se debe trabajar con hombres para que sean ellos mismos, desde sus experiencias y reflexionen logren romper la desigualdad de género que existe aún en nuestras sociedades. Un ejemplo de ello, son los padres en citas médicas, en parques jugando con los niños, o simplemente esperando el transporte al colegio.

Hay muchos hombres receptivos por un espacio más equitativo, además, nuevas formas de expresar su paternidad y masculinidad les amplía su forma de ver el mundo y abre oportunidades de que nuevas generaciones no vean sesgos en ser femenino o masculino en temas de crianza.

En síntesis, hablar de nuevos enfoques de género o nuevas masculinidades provocan molestias, ya que cuestionan nuestra historia y la forma como nos relacionamos, se dice que generan  “incomodidad productiva”. Lo siento, no es incomodar, es el deber ser de ellos como hombres y de nosotras como mujeres dejar que otras tareas estén a cargo de ellos.

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Referencias

1. Sánchez, J. (2017). Masculinidad y feminismo: un espacio de “incomodidad productiva”. Recuperado 08 de mayo de 2018.

Nuevas Masculinidades es el Deber Ser

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February 28, 2019

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Campañas alusivas a las nuevas masculinidades son muy interesantes y vale la pena verlas y comunicarlas, pero más allá de conocerlas, es importante aclarar que no es un favor o una tendencia, es un deber ser de los hombres en realizar labores que ayuden a disminuir las cargas de las mujeres.

Romper la visión androcéntrica

Las llamadas nuevas masculinidades surgen como alternativa a la masculinidad hegemónica y androcéntrica de nuestras sociedades. “Masculinidad hegemónica” hace referencia al conjunto de conductas de masculinidad dominantes, es decir, los modelos más tradicionales de dominación por género que solemos estar acostumbrados. Por ejemplo, que los hombres no pueden ser femeninos y llorar, que son siempre fuertes y que no pueden hacer labores domésticas, entre muchas otras.

Lo anterior, es lo que también se ha visto reflejado en la organización política y social, donde el líder es siempre un hombre y ver a una mujer es totalmente “raro”.Ver cualquier cambio en estas organizaciones y empezar a ver al hombre en casa debe ser algo usual y no ser un fenómeno “raro” o cuestionado. Por eso, las nuevas formas de ver al hombre y sus funciones es llamado nuevas masculinidades.

Este fenómeno busca que se rompan mitos y tradiciones en la forma como funcionamos en los roles de género, sin embargo, lo que quiero dejar puesto sobre la mesa es que estas funciones o tareas de los hombres en una nueva era no debe ser moda o visto como algo nuevo, sino es el deber ser y para eso pongo en ejemplo el papel de la crianza que tienen los padres sobre los hijos.

El papel de crianza

La crianza no debe estar estigmatizada en pensar que solo las madres hacen este tipo de labores, aparte en muchas ocasiones de trabajar las mismas ocho horas que los hombres. La forma como se educa a los niños desde los jardines infantiles y en primaria es vital para demostrar que la igualdad existe y no hay por qué poner barreras de diferencias entre hombres y mujeres.

Cada vez son más, es cierto y se debe trabajar con hombres para que sean ellos mismos, desde sus experiencias y reflexionen logren romper la desigualdad de género que existe aún en nuestras sociedades. Un ejemplo de ello, son los padres en citas médicas, en parques jugando con los niños, o simplemente esperando el transporte al colegio.

Hay muchos hombres receptivos por un espacio más equitativo, además, nuevas formas de expresar su paternidad y masculinidad les amplía su forma de ver el mundo y abre oportunidades de que nuevas generaciones no vean sesgos en ser femenino o masculino en temas de crianza.

En síntesis, hablar de nuevos enfoques de género o nuevas masculinidades provocan molestias, ya que cuestionan nuestra historia y la forma como nos relacionamos, se dice que generan  “incomodidad productiva”. Lo siento, no es incomodar, es el deber ser de ellos como hombres y de nosotras como mujeres dejar que otras tareas estén a cargo de ellos.

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Referencias

1. Sánchez, J. (2017). Masculinidad y feminismo: un espacio de “incomodidad productiva”. Recuperado 08 de mayo de 2018.

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