REINCORPORACIÓN CON DIGNIDAD PARA LAS MUJERES FARIANAS

June 9, 2019
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Foto de: David Pirachicán Ávila

Implementación de los acuerdos de paz con enfoque de género en Colombia

El pasado 8 de noviembre de 2018 se realizó en el Hotel Embassy Suites el foro “lucha por una reincorporación con dignidad para las mujeres” donde se presentó el informe de seguimiento a la Resolución 1325, con recomendaciones para procesos de reincorporación, realizado por la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL Colombia) y la Comisión Nacional de mujer, género y diversidad partido FARC, con la participación de la senadora Victoria Sandino, Alejandra Allado representante de la comisión de Mujer, Género y Diversidad de FARC, Diana Salcedo subdirectora de LIMPAL Colombia y Margarita Muñoz de ONU Mujeres, entre otras participantes.

Foto de: David Pirachicán Ávila

La lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres se asocia con los procesos de movimientos feministas en contextos urbanos (siglo XX) siendo las ciudades europeas y estadounidenses los centros de manifestaciones y protestas con mayor impacto a nivel global, estas luchas se dan en un contexto en el cual, la política tradicional occidental se ve obligada a cambiar de paradigmas a los Estados que deben implementar políticas de inclusión para las mujeres. En Colombia, la particularidad del conflicto armado interno no sólo traslada paulatinamente la lucha feminista de las ciudades a espacios rurales con las guerrillas, sino que también amplió el marco de diversidad de derechos y luchas de las mujeres en las diferentes regiones del país que en la actualidad lideran procesos sociales.

Por más de 50 años las mujeres farianas han participado en guerra, solo hasta 1974 en la Cuarta Conferencia Guerrillera, las mujeres son reconocidas como combatientes con derechos y deberes al igual que los hombres; ahora, con la implementación del enfoque de género en los acuerdos las mujeres farianas y las mujeres de la vida civil tienen la oportunidad de trabajar colectivamente por los derechos de las mujeres en Colombia

Al igual que en la constituyente del 1991, diferentes organizaciones sociales de mujeres se instauraron en la mesa de diálogos de la Habana como la Subcomisión de Género, logrando la inclusión del enfoque de género en los acuerdos y la expedición de normas y leyes que transversalizarán el enfoque de derecho de las mujeres en los 5 puntos del acuerdo final de paz. mediante el Plan Marco de Implementación (PMI) que orientará por 15 años las políticas públicas y los 46 indicadores relacionados con el enfoque de género plasmados en el acuerdo.

La materialización de los acuerdos inicia con la designación de 20 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) y 7 puntos transitorios de normalización (PTN); el censo realizado por la Universidad Nacional arroja un total de 10.015 personas, de las cuales 2.280 son mujeres que se dividen en tres grupos (guerrilleras: 1.819, milicianas: 348 y privadas de la libertad: 113). Para las mujeres farianas en las ZVTN y los PTN se acuerda, en un principio oportunidad, proveer la participación en brigadas de salud, alfabetización y capacitaciones en temas de género, economía, emprendimiento y política; pero con el desarrollo e implementación de los acuerdos, sus percepciones han cambiado, pues las ofertas no se acoplan a sus necesidades y sueños como mujeres en proceso de reincorporación a la vida civil.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Por otro lado, el ámbito económico del acuerdo hace un reconocimiento a las libertades individuales y a sus derechos al otorgar beneficios económicos individuales mas no colectivos, con lo cual, se infiere una desarticulación de la identidad comunitaria y colectiva de las mujeres exguerrilleras que, en entrevistas según el informe critican el proceso de bancarización ya que éste promueve la individualización a nivel comunitario, económico y productivo.

Ahora, la situación actual correspondiente a la implementación de los acuerdos, según las mujeres farianas entrevistadas, ha sido un proceso lento porque depende de la voluntad política del gobierno. Desde la llegada a las ZVTN, se evidenciaron problemas en las construcciones de vivienda y centros de salud, la planificación que se realizó no era la adecuada para los territorios, la entrega de los alimentos se tardó y no había servicios públicos, situaciones conocidas por las FARC-EP que no impidieron la rápida adaptación a los entornos destinados, logrando construir cambuches y carpas donde dormir.

La salud ha sido uno de los cambios más significativos en el proceso de reincorporación, dado que anteriormente contaban con el acompañamiento de enfermeras/os o médicos en las zonas de guerra, ahora al igual que todas las personas afiliadas a una EPS o SISBEN deben esperar meses para la asignación de una cita médica, puesto que en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), los centros de salud al día de hoy, en su mayoría, no han sido terminados. La transición a una vida civil para las mujeres farianas implica cambiar sus deseos y proyecciones en torno a la concepción de familia, se debe resaltar que en materia de salud sexual y reproductiva los servicios han sido brindados por organizaciones sociales de mujeres.

Las capacitaciones y los procesos de formación educativos para las mujeres farianas entrevistadas, han sido en su mayoría de calidad, por otro lado, las ofertas se estancaron al no responder con las expectativas generadas, por ejemplo, se ofrecen cursos de cocina, peluquería y modistería entre otros. Las mujeres no desconocen la importancia de estos cursos, pero son conscientes que necesitan otro tipo de herramientas conceptuales y técnicas para fortalecer el proceso de reincorporación a la vida civil donde se encontrarán con obstáculos culturales y sociales, en conclusión, exigen universidad pública o privada ya sea por medio de convocatorias especiales y/o becas.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Según el COMPES 3931 Y 3926 la inversión para la reincorporación es de aproximadamente 6,3 billones de pesos para ejecutar estrategias y proyectos previstos en el Acuerdo, este presupuesto se discutió el pasado 29 de septiembre con el nuevo gobierno y en dicha reunión la ministra del interior manifestó su preocupación por la falta de recursos (Prensa Latina, 2018). Lo que deja entre ver que la voluntad política del actual gobierno se centrará en poner trabas y hará efectivas sus promesas de campaña para volver trizas los acuerdos.

Finalmente, la organización de mujeres farianas y su vinculación con diferentes sectores sociales e institucionales, son la muestra de una voluntad de paz común que, con acciones concretas proponen transformar la realidad de las mujeres en Colombia.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Fuente:

  • Informe de seguimiento a la resolución 1325 con recomendaciones para procesos de reincorporación, 2018, disponible en:

REINCORPORACIÓN CON DIGNIDAD PARA LAS MUJERES FARIANAS

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December 15, 2018

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Implementación de los acuerdos de paz con enfoque de género en Colombia

El pasado 8 de noviembre de 2018 se realizó en el Hotel Embassy Suites el foro “lucha por una reincorporación con dignidad para las mujeres” donde se presentó el informe de seguimiento a la Resolución 1325, con recomendaciones para procesos de reincorporación, realizado por la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad (LIMPAL Colombia) y la Comisión Nacional de mujer, género y diversidad partido FARC, con la participación de la senadora Victoria Sandino, Alejandra Allado representante de la comisión de Mujer, Género y Diversidad de FARC, Diana Salcedo subdirectora de LIMPAL Colombia y Margarita Muñoz de ONU Mujeres, entre otras participantes.

Foto de: David Pirachicán Ávila

La lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres se asocia con los procesos de movimientos feministas en contextos urbanos (siglo XX) siendo las ciudades europeas y estadounidenses los centros de manifestaciones y protestas con mayor impacto a nivel global, estas luchas se dan en un contexto en el cual, la política tradicional occidental se ve obligada a cambiar de paradigmas a los Estados que deben implementar políticas de inclusión para las mujeres. En Colombia, la particularidad del conflicto armado interno no sólo traslada paulatinamente la lucha feminista de las ciudades a espacios rurales con las guerrillas, sino que también amplió el marco de diversidad de derechos y luchas de las mujeres en las diferentes regiones del país que en la actualidad lideran procesos sociales.

Por más de 50 años las mujeres farianas han participado en guerra, solo hasta 1974 en la Cuarta Conferencia Guerrillera, las mujeres son reconocidas como combatientes con derechos y deberes al igual que los hombres; ahora, con la implementación del enfoque de género en los acuerdos las mujeres farianas y las mujeres de la vida civil tienen la oportunidad de trabajar colectivamente por los derechos de las mujeres en Colombia

Al igual que en la constituyente del 1991, diferentes organizaciones sociales de mujeres se instauraron en la mesa de diálogos de la Habana como la Subcomisión de Género, logrando la inclusión del enfoque de género en los acuerdos y la expedición de normas y leyes que transversalizarán el enfoque de derecho de las mujeres en los 5 puntos del acuerdo final de paz. mediante el Plan Marco de Implementación (PMI) que orientará por 15 años las políticas públicas y los 46 indicadores relacionados con el enfoque de género plasmados en el acuerdo.

La materialización de los acuerdos inicia con la designación de 20 zonas veredales transitorias de normalización (ZVTN) y 7 puntos transitorios de normalización (PTN); el censo realizado por la Universidad Nacional arroja un total de 10.015 personas, de las cuales 2.280 son mujeres que se dividen en tres grupos (guerrilleras: 1.819, milicianas: 348 y privadas de la libertad: 113). Para las mujeres farianas en las ZVTN y los PTN se acuerda, en un principio oportunidad, proveer la participación en brigadas de salud, alfabetización y capacitaciones en temas de género, economía, emprendimiento y política; pero con el desarrollo e implementación de los acuerdos, sus percepciones han cambiado, pues las ofertas no se acoplan a sus necesidades y sueños como mujeres en proceso de reincorporación a la vida civil.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Por otro lado, el ámbito económico del acuerdo hace un reconocimiento a las libertades individuales y a sus derechos al otorgar beneficios económicos individuales mas no colectivos, con lo cual, se infiere una desarticulación de la identidad comunitaria y colectiva de las mujeres exguerrilleras que, en entrevistas según el informe critican el proceso de bancarización ya que éste promueve la individualización a nivel comunitario, económico y productivo.

Ahora, la situación actual correspondiente a la implementación de los acuerdos, según las mujeres farianas entrevistadas, ha sido un proceso lento porque depende de la voluntad política del gobierno. Desde la llegada a las ZVTN, se evidenciaron problemas en las construcciones de vivienda y centros de salud, la planificación que se realizó no era la adecuada para los territorios, la entrega de los alimentos se tardó y no había servicios públicos, situaciones conocidas por las FARC-EP que no impidieron la rápida adaptación a los entornos destinados, logrando construir cambuches y carpas donde dormir.

La salud ha sido uno de los cambios más significativos en el proceso de reincorporación, dado que anteriormente contaban con el acompañamiento de enfermeras/os o médicos en las zonas de guerra, ahora al igual que todas las personas afiliadas a una EPS o SISBEN deben esperar meses para la asignación de una cita médica, puesto que en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), los centros de salud al día de hoy, en su mayoría, no han sido terminados. La transición a una vida civil para las mujeres farianas implica cambiar sus deseos y proyecciones en torno a la concepción de familia, se debe resaltar que en materia de salud sexual y reproductiva los servicios han sido brindados por organizaciones sociales de mujeres.

Las capacitaciones y los procesos de formación educativos para las mujeres farianas entrevistadas, han sido en su mayoría de calidad, por otro lado, las ofertas se estancaron al no responder con las expectativas generadas, por ejemplo, se ofrecen cursos de cocina, peluquería y modistería entre otros. Las mujeres no desconocen la importancia de estos cursos, pero son conscientes que necesitan otro tipo de herramientas conceptuales y técnicas para fortalecer el proceso de reincorporación a la vida civil donde se encontrarán con obstáculos culturales y sociales, en conclusión, exigen universidad pública o privada ya sea por medio de convocatorias especiales y/o becas.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Según el COMPES 3931 Y 3926 la inversión para la reincorporación es de aproximadamente 6,3 billones de pesos para ejecutar estrategias y proyectos previstos en el Acuerdo, este presupuesto se discutió el pasado 29 de septiembre con el nuevo gobierno y en dicha reunión la ministra del interior manifestó su preocupación por la falta de recursos (Prensa Latina, 2018). Lo que deja entre ver que la voluntad política del actual gobierno se centrará en poner trabas y hará efectivas sus promesas de campaña para volver trizas los acuerdos.

Finalmente, la organización de mujeres farianas y su vinculación con diferentes sectores sociales e institucionales, son la muestra de una voluntad de paz común que, con acciones concretas proponen transformar la realidad de las mujeres en Colombia.

Foto de: David Pirachicán Ávila

Fuente:

  • Informe de seguimiento a la resolución 1325 con recomendaciones para procesos de reincorporación, 2018, disponible en:

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