Segundo Día de Simposio: La Mujer en el Capitalismo y la Educación Sexual Infantil

April 8, 2021
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Durante la segunda transmisión en vivo de este evento de tres días, Antonella Marty, Oriana Alvarado y Jenn Espejo comparten sus perspectivas desde el rol de la mujer en el capitalismo, la educación sexual infantil y la violencia de género en un plano del colonialismo.


El segundo día del Simposio de Feminismos y Conversaciones Inclusivas inició con una muestra corta documental producida desde Revista Level como ejercicio de reflexión sobre el Día de la Mujer y cómo lo interpretan las mujeres trabajadoras de nuestro país. Así mismo, el producto también deja las anécdotas de las mujeres respecto a la violencia de género. Como también cuenta con el video documental “No les debemos nada”, de parte del colectivo de mujeres feministas Cámara Violeta, un producto audiovisual que reflexiona sobre la vida después de un abuso.


Entonces entra como primer speaker Antonella Marty, autora, conductora de podcast y feminista reconocida por su trabajo desde el liberalismo. Como libertaria, Antonella afirma que las feministas originalmente eran liberales, no proponían soluciones que viniesen por parte del Estado sino desde el  propio empoderamiento femenino. “Planteaban la necesidad fundamental y el eje de la columna vertebral del liberalismo que es la igualdad ante la ley”, explica la autora, señalando a escritoras reconocidas que hablaban de estos conceptos en sus escritos como Mary Wollstonecraft y Camille Paglia. 


Así mismo, afirma que el liberalismo aumenta las oportunidades tanto para mujeres como para hombres, esto es gracias a mujeres liberales que lucharon por el derecho al voto. Pues el objetivo del feminismo libertario siempre ha sido que las mujeres puedan disfrutar de los mismos derechos y facultades que los hombres de su momento. Contrario a lo que han propuesto los feminismos desde el socialismo, con bases plenamente marxistas. 


Tras el valioso aporte de Antonella, entra Oriana Alvarado, maestra en Educación por el Institute of Education (UCL) que está certificada en diseño y evaluación de políticas efectivas de desarrollo infantil y en programas para la prevención de abuso infantil y educación sexual en las infancias. “La sexualidad infantil existe, y es distinta a la sexualidad en la adultez”, afirma la maestra, “está basada en la curiosidad y, segundo, en el juego”. 


A partir de su experticia, Oriana señala la importancia de educar a las infancias en la sexualidad utilizando los términos adecuados sin eufemismos, el auto-reconocimiento de qué sensaciones cotidianas, como el agua o la arena, les gusta o no. Así mismo, también desestigmatizar la autoexploración y tratarlo como algo natural que todo ser humano realiza. Todo esto puede enseñarse de forma lúdica, ya que la niñez no concibe conceptos como atracción sexual o la erotización como tal en su relación con el placer, sino que lo ve como un autodescubrimiento. “Tendemos a ser adultocentristas”, señala la maestra, “cuando está un niño y una niña, los adultos de inmediato les asignan una relación heterosexual, pero son sólo infantes”.


Luego de la intervención tan importante para nuestras infancias por parte de Oriana, entra Jenn Espejo, fundadora de Casa Cultural Feminista La Morada, que nos compartió sus perspectivas del rol del sistema capitalista en la inequidad de género y, así mismo, sus afectaciones para fomentar la violencia sexual contra las mujeres. “La violencia sexual es una consecuencia del capitalismo y, así mismo, del colonialismo”, afirma la activista, en antítesis a la postura de la panelista Antonella Marty, resaltando que surge “a partir de la cosificación de la mujer, que fue nombrada ayer en el panel de comunicación, dónde enseña que los cuerpos de las mujeres son objetos de explotación”.


Así mismo, resalta que el mayor número de crímenes de violencia sexual lo ejercen los agentes de control estatales como la policía o el ejército. Pero no sólo eso, sino que aprovechan su posición de poder y lo ejercen sobre mujeres de comunidades vulnerables alejadas de las ciudades, como mujeres indígenas, mujeres campesinas y mujeres afro. “No es casualidad que en los centros dónde está más recrudecido el conflicto armado tengamos los mayores índices de violencia sexual”, reflexiona Jenn, “como tampoco es casualidad verlo en las periferias y los lugares más empobrecidos de la ciudad”. Ante esta problemática, señala la importancia de acciones afirmativas de los feminismos decoloniales, como el del Abya Yala, que se han organizado políticamente con apuestas para combatir esta estructura y su consiguiente eliminación.


Para finalizar este simposio, contamos con las ilustraciones feministas de Carla Di Martino, una ilustradora radicada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, que se ha dedicado a empoderar a las mujeres a través de sus dibujos y así mismo mostrarnos más allá que objetos para ser vistos. Adicional, el colectivo de mujeres feministas, creadoras de contenido audiovisual, Cámara Violeta comparten “Debió haber sido un gran día”, una serie fotográfica enfocando a mujeres que cuentan sus historias del maltrato obstétrico que sufrieron en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas y cómo, un día que debía ser un hermoso recuerdo, se convirtió en un recuerdo doloroso. 


Segundo Día de Simposio: La Mujer en el Capitalismo y la Educación Sexual Infantil

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Durante la segunda transmisión en vivo de este evento de tres días, Antonella Marty, Oriana Alvarado y Jenn Espejo comparten sus perspectivas desde el rol de la mujer en el capitalismo, la educación sexual infantil y la violencia de género en un plano del colonialismo.


El segundo día del Simposio de Feminismos y Conversaciones Inclusivas inició con una muestra corta documental producida desde Revista Level como ejercicio de reflexión sobre el Día de la Mujer y cómo lo interpretan las mujeres trabajadoras de nuestro país. Así mismo, el producto también deja las anécdotas de las mujeres respecto a la violencia de género. Como también cuenta con el video documental “No les debemos nada”, de parte del colectivo de mujeres feministas Cámara Violeta, un producto audiovisual que reflexiona sobre la vida después de un abuso.


Entonces entra como primer speaker Antonella Marty, autora, conductora de podcast y feminista reconocida por su trabajo desde el liberalismo. Como libertaria, Antonella afirma que las feministas originalmente eran liberales, no proponían soluciones que viniesen por parte del Estado sino desde el  propio empoderamiento femenino. “Planteaban la necesidad fundamental y el eje de la columna vertebral del liberalismo que es la igualdad ante la ley”, explica la autora, señalando a escritoras reconocidas que hablaban de estos conceptos en sus escritos como Mary Wollstonecraft y Camille Paglia. 


Así mismo, afirma que el liberalismo aumenta las oportunidades tanto para mujeres como para hombres, esto es gracias a mujeres liberales que lucharon por el derecho al voto. Pues el objetivo del feminismo libertario siempre ha sido que las mujeres puedan disfrutar de los mismos derechos y facultades que los hombres de su momento. Contrario a lo que han propuesto los feminismos desde el socialismo, con bases plenamente marxistas. 


Tras el valioso aporte de Antonella, entra Oriana Alvarado, maestra en Educación por el Institute of Education (UCL) que está certificada en diseño y evaluación de políticas efectivas de desarrollo infantil y en programas para la prevención de abuso infantil y educación sexual en las infancias. “La sexualidad infantil existe, y es distinta a la sexualidad en la adultez”, afirma la maestra, “está basada en la curiosidad y, segundo, en el juego”. 


A partir de su experticia, Oriana señala la importancia de educar a las infancias en la sexualidad utilizando los términos adecuados sin eufemismos, el auto-reconocimiento de qué sensaciones cotidianas, como el agua o la arena, les gusta o no. Así mismo, también desestigmatizar la autoexploración y tratarlo como algo natural que todo ser humano realiza. Todo esto puede enseñarse de forma lúdica, ya que la niñez no concibe conceptos como atracción sexual o la erotización como tal en su relación con el placer, sino que lo ve como un autodescubrimiento. “Tendemos a ser adultocentristas”, señala la maestra, “cuando está un niño y una niña, los adultos de inmediato les asignan una relación heterosexual, pero son sólo infantes”.


Luego de la intervención tan importante para nuestras infancias por parte de Oriana, entra Jenn Espejo, fundadora de Casa Cultural Feminista La Morada, que nos compartió sus perspectivas del rol del sistema capitalista en la inequidad de género y, así mismo, sus afectaciones para fomentar la violencia sexual contra las mujeres. “La violencia sexual es una consecuencia del capitalismo y, así mismo, del colonialismo”, afirma la activista, en antítesis a la postura de la panelista Antonella Marty, resaltando que surge “a partir de la cosificación de la mujer, que fue nombrada ayer en el panel de comunicación, dónde enseña que los cuerpos de las mujeres son objetos de explotación”.


Así mismo, resalta que el mayor número de crímenes de violencia sexual lo ejercen los agentes de control estatales como la policía o el ejército. Pero no sólo eso, sino que aprovechan su posición de poder y lo ejercen sobre mujeres de comunidades vulnerables alejadas de las ciudades, como mujeres indígenas, mujeres campesinas y mujeres afro. “No es casualidad que en los centros dónde está más recrudecido el conflicto armado tengamos los mayores índices de violencia sexual”, reflexiona Jenn, “como tampoco es casualidad verlo en las periferias y los lugares más empobrecidos de la ciudad”. Ante esta problemática, señala la importancia de acciones afirmativas de los feminismos decoloniales, como el del Abya Yala, que se han organizado políticamente con apuestas para combatir esta estructura y su consiguiente eliminación.


Para finalizar este simposio, contamos con las ilustraciones feministas de Carla Di Martino, una ilustradora radicada en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, que se ha dedicado a empoderar a las mujeres a través de sus dibujos y así mismo mostrarnos más allá que objetos para ser vistos. Adicional, el colectivo de mujeres feministas, creadoras de contenido audiovisual, Cámara Violeta comparten “Debió haber sido un gran día”, una serie fotográfica enfocando a mujeres que cuentan sus historias del maltrato obstétrico que sufrieron en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas y cómo, un día que debía ser un hermoso recuerdo, se convirtió en un recuerdo doloroso. 


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