La Estrategia del Caracol: La Dignidad que Habita en la Indignación. Lecciones Pandémicas

March 30, 2021
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¿PÁ` QUÉ LE SIRVE A USTED LA DIGNIDAD?


Quiero empezar esta columna con una pregunta de la célebre película colombiana la estrategia del caracol (1993) ¿Pa`qué le sirve a usted la Dignidad? A veces las personas suelen olvidar el valor de la Dignidad y fácilmente pasan por encima del otro o de la otra, y además,  tienen el cinismo de hacer afirmaciones como: ¡La Dignidad no le da de comer¡ ¡De la Dignidad no se vive! y ¡Para qué tanta Dignidad!.


Estas palabras, sin duda generan indignación por que parten del desconocimiento de lo que significa la Dignidad, son una forma de justificar  fenómenos como la violación de los Derechos Humanos, la violencia de género, la corrupción, el oportunismo, la desigualdad social, la explotación y  la decadencia humana. A punto tal que múltiples situaciones que deberían generar indignación son naturalizadas.


Por ejemplo, estos momentos de pandemia necesitan más que nunca del respeto por la Dignidad de todas las personas sin distinción alguna, pero pareciera que a veces se reduce a un concepto de clases, en donde se “dignifica” sólo a aquel que puede sostener cierto estilo de vida y desde sus privilegios le es fácil criticar,  juzgar o incluso menospreciar la  exigencia de Derechos de las clases menos favorecidas, tal y como sucede en el desarrollo de la película, en la que claramente se ve la Injusticia de la Justicia.


Retomando la pregunta con la que inicia la columna, ¿Pa`qué le sirve a usted la Dignidad? si no lo sabe, la Dignidad me sirve a mí y a usted para vivir de la mejor manera sin violencia, humillaciones, degradaciones o irrespetos de ningún tipo que afecten la esfera personal, y por ende la vida en sociedad. La Dignidad me sirve a mí y a usted para vivir en Paz, con justicia social, equidad entre los géneros y sin discriminación. También me sirve para indignarme y para que usted se indigne ante las injusticias, la corrupción, la exclusión social, y los prejuicios sociales. ¡INDIGNAOS! En la Indignación habita la Dignidad.


DIGNIDAD ¿ES QUE ESA PALABRA NO EXISTE O QUÉ?


En la Estrategia del Caracol, además, Don Gustavo, uno de los personajes se pregunta acerca de la Dignidad ¿Es que esa palabra no existe o qué? Está misma pregunta también se la hacen las personas que han sufrido toda clase de necesidades, violencias, estigmatizaciones y exclusiones que se acentúan en estos tiempos de coronavirus. Y también, la hacemos los indignados y las indignadas frente  a los subsidios, mercados  y ayudas humanitarias que están entredicho por  diferentes actos de corrupción. Igualmente me preguntó:  ¿Quién es capaz de robar a quienes más lo necesitan en momentos de crisis social? Y seguro Don Gustavo se continúa preguntando ¿Seguimos acaso esclavos de nuestro pasado, nuestro egoísmo y nuestra ignorancia?


Las condiciones dignas parecen no existir, por ejemplo, en las casas de las personas que hoy cuelgan sus banderas rojas porque desafortunadamente no tienen la capacidad de soportar el prolongado confinamiento, es una historia similar a la de los y las protagonistas de la estrategia del caracol, que se enfrentan a un desalojo por parte de un hombre ambicioso que amenaza con dejarlos en la calle.  En nuestra realidad muchas familias, no tienen como alimentarse, pagar su alojamiento y los servicios públicos o satisfacer otras necesidades básicas que tampoco pueden ser plenamente cubiertas con los subsidios de gobierno que en ocasiones ni siquiera reciben. 


En otros casos hay comunidades que no tienen agua y peor aún ausencia de servicios médicos, ¿Dónde está la Dignidad en las formas de enfrentar la pandemia y la Vida misma en La Guajira, El Amazonas, El Chocó y otros Departamentos Colombianos? La violación al Derecho a la Dignidad, se refleja en las precarias condiciones de vida de estas poblaciones, la alta tasa de mortalidad infantil, la casi inexistente infraestructura hospitalaria y el abandono del Estado.


Otro caso preocupante de desconocimiento de la Dignidad,  es el aumento de la Violencia contra las mujeres que conviven con su agresor en confinamiento y además con alto riesgo de feminicidio, y peor aún la ausencia de indignación de la sociedad frente a este fenómeno que cada vez es más creciente. Es indignante que durante el aislamiento se presenten situaciones de abusos a mujeres por parte de la fuerza pública, estos hechos dan cuenta de una sociedad violenta que ni siquiera en momentos de crisis detiene sus aberraciones. 


Y es increíble, que además, se presenten situaciones tan horribles como la que sufrió Edy Fonseca, obligada a permanecer en un edificio de los Rosales sin autorización de salir, en precarias condiciones y sometida a esclavitud laboral, situación que le causó parálisis facial, ni siquiera le permitieron ir al funeral de su sobrino.  ¡INDIGNAOS! En la Indignación habita la Dignidad.


Como los anteriores, son  muchos los casos de la realidad colombiana que pueden generar indignación, y que en estos momentos pandémicos se hacen más visibles, por ejemplo, la situación de las personas del sector salud, que se exponen para salvar vidas, aún sin las condiciones que requieren para protegerse  ellas mismas, y más grave todavía, la exclusión social que sufren producto de la ignorancia que ha llevado a que médicos, médicas, enfermeras, auxiliares, reciban amenazas contra sus vidas. ¡Es indignante!


Así, podría seguir con una lista interminable de vulneraciones a la Dignidad, que nos debe llevar a reflexionar sobre su verdadero valor ¡Necesitamos más indignados e indignadas y menos conformistas!. Esta es una de las grandes lecciones de la Estrategia del Caracol, recordemos uno de los diálogos entre el abogado Romero y Don Jacinto el anarquista:


Romero: ¿Que ganamos con hacer lo que usted dice?

Don Jacinto:  Nuestra Dignidad, por una vez tenga fe en las personas no solo en las leyes. (De estos y otros diálogos surge la inolvidable frase  ¡Hay tiene su H… casa pintada!)


AHÍ TIENE SU H… CASA PINTADA


En esta época de crisis social la estrategia del caracol, representa la necesidad de unir esfuerzos para tomar decisiones comunitarias, basadas en la solidaridad y la Dignidad Humana; es además, una lección sobre el sentido del bienestar común por encima de los individualismos y la acumulación del capital. Esta especialísima estrategia de Jacinto, el viejo español anarquista de la película resulta ser una lección de vida aplicable en tiempos pandémicos donde se evidencian las debilidades del capitalismo salvaje que hoy lo único que refleja son altos niveles de desigualdad, este es un virus que requiere de la mayor atención. La desigualdad es tan o más grave que el Coronavirus y como este también puede matar.


Es indignante que en momentos donde se requiere de más solidaridad y sororidad, estemos presenciando actos tan despreciables como el aumento de los precios en productos básicos, la especulación, el acaparamiento, el robo de subsidios, el despilfarro del fondo para la Paz para mejorar la imagen presidencial, los despidos masivos, la esclavitud laboral, los desalojos,  el oportunismo político y el incremento de la violencia contra las mujeres, los niños y las niñas, entre otros. 


La estrategia del caracol es un ataque al sistema capitalista, planeado con el fin de reivindicar los Derechos de una comunidad y salir con la Dignidad Intacta. Bien lo afirmó uno de sus personajes: “Los planes y las ideas se defienden con la Vida”. Y sobretodo aquellos que velan por el bienestar de todas las personas y el respeto de los Derechos Humanos y los Derechos de las Mujeres. Cuántos de nosotros y cuántas de nosotras, no hemos soñado con tomar acciones comunitarias y gritarle a un usurero, un explotador, un banquero codicioso, un agresor, un empleador injusto, un opresor: 


¡Hay tiene su H… casa pintada¡ 

casa pintada hijueputa

_____________

Referencias

Frases del Cine Colombiano 

Rodríguez María Camila ¿Y a usted de qué le sirve la dignidad?

La Estrategia del Caracol: La Dignidad que Habita en la Indignación. Lecciones Pandémicas

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May 15, 2020

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¿PÁ` QUÉ LE SIRVE A USTED LA DIGNIDAD?


Quiero empezar esta columna con una pregunta de la célebre película colombiana la estrategia del caracol (1993) ¿Pa`qué le sirve a usted la Dignidad? A veces las personas suelen olvidar el valor de la Dignidad y fácilmente pasan por encima del otro o de la otra, y además,  tienen el cinismo de hacer afirmaciones como: ¡La Dignidad no le da de comer¡ ¡De la Dignidad no se vive! y ¡Para qué tanta Dignidad!.


Estas palabras, sin duda generan indignación por que parten del desconocimiento de lo que significa la Dignidad, son una forma de justificar  fenómenos como la violación de los Derechos Humanos, la violencia de género, la corrupción, el oportunismo, la desigualdad social, la explotación y  la decadencia humana. A punto tal que múltiples situaciones que deberían generar indignación son naturalizadas.


Por ejemplo, estos momentos de pandemia necesitan más que nunca del respeto por la Dignidad de todas las personas sin distinción alguna, pero pareciera que a veces se reduce a un concepto de clases, en donde se “dignifica” sólo a aquel que puede sostener cierto estilo de vida y desde sus privilegios le es fácil criticar,  juzgar o incluso menospreciar la  exigencia de Derechos de las clases menos favorecidas, tal y como sucede en el desarrollo de la película, en la que claramente se ve la Injusticia de la Justicia.


Retomando la pregunta con la que inicia la columna, ¿Pa`qué le sirve a usted la Dignidad? si no lo sabe, la Dignidad me sirve a mí y a usted para vivir de la mejor manera sin violencia, humillaciones, degradaciones o irrespetos de ningún tipo que afecten la esfera personal, y por ende la vida en sociedad. La Dignidad me sirve a mí y a usted para vivir en Paz, con justicia social, equidad entre los géneros y sin discriminación. También me sirve para indignarme y para que usted se indigne ante las injusticias, la corrupción, la exclusión social, y los prejuicios sociales. ¡INDIGNAOS! En la Indignación habita la Dignidad.


DIGNIDAD ¿ES QUE ESA PALABRA NO EXISTE O QUÉ?


En la Estrategia del Caracol, además, Don Gustavo, uno de los personajes se pregunta acerca de la Dignidad ¿Es que esa palabra no existe o qué? Está misma pregunta también se la hacen las personas que han sufrido toda clase de necesidades, violencias, estigmatizaciones y exclusiones que se acentúan en estos tiempos de coronavirus. Y también, la hacemos los indignados y las indignadas frente  a los subsidios, mercados  y ayudas humanitarias que están entredicho por  diferentes actos de corrupción. Igualmente me preguntó:  ¿Quién es capaz de robar a quienes más lo necesitan en momentos de crisis social? Y seguro Don Gustavo se continúa preguntando ¿Seguimos acaso esclavos de nuestro pasado, nuestro egoísmo y nuestra ignorancia?


Las condiciones dignas parecen no existir, por ejemplo, en las casas de las personas que hoy cuelgan sus banderas rojas porque desafortunadamente no tienen la capacidad de soportar el prolongado confinamiento, es una historia similar a la de los y las protagonistas de la estrategia del caracol, que se enfrentan a un desalojo por parte de un hombre ambicioso que amenaza con dejarlos en la calle.  En nuestra realidad muchas familias, no tienen como alimentarse, pagar su alojamiento y los servicios públicos o satisfacer otras necesidades básicas que tampoco pueden ser plenamente cubiertas con los subsidios de gobierno que en ocasiones ni siquiera reciben. 


En otros casos hay comunidades que no tienen agua y peor aún ausencia de servicios médicos, ¿Dónde está la Dignidad en las formas de enfrentar la pandemia y la Vida misma en La Guajira, El Amazonas, El Chocó y otros Departamentos Colombianos? La violación al Derecho a la Dignidad, se refleja en las precarias condiciones de vida de estas poblaciones, la alta tasa de mortalidad infantil, la casi inexistente infraestructura hospitalaria y el abandono del Estado.


Otro caso preocupante de desconocimiento de la Dignidad,  es el aumento de la Violencia contra las mujeres que conviven con su agresor en confinamiento y además con alto riesgo de feminicidio, y peor aún la ausencia de indignación de la sociedad frente a este fenómeno que cada vez es más creciente. Es indignante que durante el aislamiento se presenten situaciones de abusos a mujeres por parte de la fuerza pública, estos hechos dan cuenta de una sociedad violenta que ni siquiera en momentos de crisis detiene sus aberraciones. 


Y es increíble, que además, se presenten situaciones tan horribles como la que sufrió Edy Fonseca, obligada a permanecer en un edificio de los Rosales sin autorización de salir, en precarias condiciones y sometida a esclavitud laboral, situación que le causó parálisis facial, ni siquiera le permitieron ir al funeral de su sobrino.  ¡INDIGNAOS! En la Indignación habita la Dignidad.


Como los anteriores, son  muchos los casos de la realidad colombiana que pueden generar indignación, y que en estos momentos pandémicos se hacen más visibles, por ejemplo, la situación de las personas del sector salud, que se exponen para salvar vidas, aún sin las condiciones que requieren para protegerse  ellas mismas, y más grave todavía, la exclusión social que sufren producto de la ignorancia que ha llevado a que médicos, médicas, enfermeras, auxiliares, reciban amenazas contra sus vidas. ¡Es indignante!


Así, podría seguir con una lista interminable de vulneraciones a la Dignidad, que nos debe llevar a reflexionar sobre su verdadero valor ¡Necesitamos más indignados e indignadas y menos conformistas!. Esta es una de las grandes lecciones de la Estrategia del Caracol, recordemos uno de los diálogos entre el abogado Romero y Don Jacinto el anarquista:


Romero: ¿Que ganamos con hacer lo que usted dice?

Don Jacinto:  Nuestra Dignidad, por una vez tenga fe en las personas no solo en las leyes. (De estos y otros diálogos surge la inolvidable frase  ¡Hay tiene su H… casa pintada!)


AHÍ TIENE SU H… CASA PINTADA


En esta época de crisis social la estrategia del caracol, representa la necesidad de unir esfuerzos para tomar decisiones comunitarias, basadas en la solidaridad y la Dignidad Humana; es además, una lección sobre el sentido del bienestar común por encima de los individualismos y la acumulación del capital. Esta especialísima estrategia de Jacinto, el viejo español anarquista de la película resulta ser una lección de vida aplicable en tiempos pandémicos donde se evidencian las debilidades del capitalismo salvaje que hoy lo único que refleja son altos niveles de desigualdad, este es un virus que requiere de la mayor atención. La desigualdad es tan o más grave que el Coronavirus y como este también puede matar.


Es indignante que en momentos donde se requiere de más solidaridad y sororidad, estemos presenciando actos tan despreciables como el aumento de los precios en productos básicos, la especulación, el acaparamiento, el robo de subsidios, el despilfarro del fondo para la Paz para mejorar la imagen presidencial, los despidos masivos, la esclavitud laboral, los desalojos,  el oportunismo político y el incremento de la violencia contra las mujeres, los niños y las niñas, entre otros. 


La estrategia del caracol es un ataque al sistema capitalista, planeado con el fin de reivindicar los Derechos de una comunidad y salir con la Dignidad Intacta. Bien lo afirmó uno de sus personajes: “Los planes y las ideas se defienden con la Vida”. Y sobretodo aquellos que velan por el bienestar de todas las personas y el respeto de los Derechos Humanos y los Derechos de las Mujeres. Cuántos de nosotros y cuántas de nosotras, no hemos soñado con tomar acciones comunitarias y gritarle a un usurero, un explotador, un banquero codicioso, un agresor, un empleador injusto, un opresor: 


¡Hay tiene su H… casa pintada¡ 

casa pintada hijueputa

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Referencias

Frases del Cine Colombiano 

Rodríguez María Camila ¿Y a usted de qué le sirve la dignidad?

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