Los Derechos Laborales En Colombia

June 9, 2019
Columna
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Foto de Natalia Pinilla

Tengamos en cuenta que Colombia se encuentra de cuarto lugar en la lista de los 10 peores países para trabajar: esto de acuerdo a una constante y notable violación a los derechos constitucionales laborales, donde la violencia ejerce una gran influencia.

Al estar entre los primeros cinco países en el mundo donde menos se le garantizan los derechos a los trabajadores podemos visibilizar cómo ha surgido el sistema laboral en el país de manera descendente, en el pasado, el clásico contrato laboral cubría ampliamente las disposiciones contenidas en el Código Sustantivo Laboral, transformándose en relaciones de trabajo temporales, de prestación de servicios y através de cooperativas de trabajo asociado, a la utilización de figuras de intermediación y tercerización donde se caracteriza que el beneficiario de la labor no se haga cargo de las prestaciones, seguridad social y riesgos profesionales. A pesar de estar reglamentadas en los códigos, esconden relaciones laborales de subordinación y dependencia, vislumbrando la evidente violación a los derechos laborales.

De este modo se refleja en la escasa formalización del trabajo, ya que una de las razones por las que el sector informal ha crecido en los últimos años se debe a  la disminución de la inversión en nuestro país y el problema de inseguridad, incrementando el desempleo de mano de obra en el mercado laboral, incentivando el ingreso al sistema informal; fenómeno que se refleja de manera clara  en  nuevas tendencias de contratación o relación laboral, como las ofrecen, como son, Uber, Rappi, domicilios.com, etc. Estas nuevas alternativas laborales son consecuencia de una estricta desigualdad e injusta reglamentación impidiendo el acceso a la igualdad de condiciones laborales, por ejemplo, las mujeres cabeza de hogar, jóvenes estudiantes y personas con capacidad disminuida que no disponen de las 8 horas como lo estipula la norma, y necesita trabajar, forzandolos a la informalidad.

También, lo veíamos con la tercerización del trabajo, permitiendo que las empresas deslinden responsabilidades directas en la relación laboral y la trasladen a terceros proveedores, así el ejercicio de libertad que no pueden usar para afectar el derecho que tiene los trabajadores a un vínculo laboral directo con la empresa que se beneficia de su trabajo. Debemos entender que la tercerización en Colombia es ilegal en caso en que haya intermediación laboral, puesto que, a través del tiempo esta modalidad de subcontratación contrajo desigualdad, discriminación e incumplimento en pagos de seguridad social a los trabajadores.

De acuerdo a las estadísticas, cerca de 1.800.000 nuevos empleos desde 2010 a 2018, más de 500 mil fueron fueron trabajadores por cuenta propia (personas que trabajan sin contrato), además el 25% de estos nuevos empleados no accedió a los derechos laborales en su empleo.

Foto de Natalia Pinilla

Un aspecto importante del sistema laboral en Colombia, como se menciona anteriormente, es la situación que enfrenta los grupos poblacionales, como las mujeres, jóvenes y trabajadores pobres y de baja calificación. Las mujeres tiene una participación laboral 20% más inferior a los hombres y aun así el desempleo es mucho mayor de 13, 9% y el de los hombres es de 9, 2%, evidenciando la exclusión a la que somos sometidas. Sumando la segregación en actividades de baja calidad como el empleo doméstico y el trabajo no remunerado, sin dejar a un lado el gran problema de desigualdad laboral, donde por el mismo trabajo y nivel calificativo recibimos un 14% menos que los hombres. Generando de esta manera una precarización a la mujer cabeza de hogar trabajadora cuyo nivel de vida de ella y sus familiares no alcanza a vislumbrar el umbral de pobreza.

Foto de Natalia Pinilla

Lo que se espera no es solo fomentar la reducción de costos salariales y la demanda de trabajo, que sólo va a funcionar si se incentiva a los empleados a contratar más trabajadores reduciendo en costo laboral y los impuestos. Lo necesario aquí  es un real fomento a las políticas públicas de empleo y sectoriales que garantice el sostenimiento del consumo y se articulen con objetivos de reducción de pobreza y desigualdad.


Referencias:

  1. Confederación Sindical Internacional CSI, 2016.
  2. Panorama laboral en Colombia: situación reciente y desafíos
  3. ¿Cuáles son las denuncias laborales más comunes en Colombia?

Fotografías por Natalia Pinilla

Facebook/bruja-roja

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January 15, 2019

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Tengamos en cuenta que Colombia se encuentra de cuarto lugar en la lista de los 10 peores países para trabajar: esto de acuerdo a una constante y notable violación a los derechos constitucionales laborales, donde la violencia ejerce una gran influencia.

Al estar entre los primeros cinco países en el mundo donde menos se le garantizan los derechos a los trabajadores podemos visibilizar cómo ha surgido el sistema laboral en el país de manera descendente, en el pasado, el clásico contrato laboral cubría ampliamente las disposiciones contenidas en el Código Sustantivo Laboral, transformándose en relaciones de trabajo temporales, de prestación de servicios y através de cooperativas de trabajo asociado, a la utilización de figuras de intermediación y tercerización donde se caracteriza que el beneficiario de la labor no se haga cargo de las prestaciones, seguridad social y riesgos profesionales. A pesar de estar reglamentadas en los códigos, esconden relaciones laborales de subordinación y dependencia, vislumbrando la evidente violación a los derechos laborales.

De este modo se refleja en la escasa formalización del trabajo, ya que una de las razones por las que el sector informal ha crecido en los últimos años se debe a  la disminución de la inversión en nuestro país y el problema de inseguridad, incrementando el desempleo de mano de obra en el mercado laboral, incentivando el ingreso al sistema informal; fenómeno que se refleja de manera clara  en  nuevas tendencias de contratación o relación laboral, como las ofrecen, como son, Uber, Rappi, domicilios.com, etc. Estas nuevas alternativas laborales son consecuencia de una estricta desigualdad e injusta reglamentación impidiendo el acceso a la igualdad de condiciones laborales, por ejemplo, las mujeres cabeza de hogar, jóvenes estudiantes y personas con capacidad disminuida que no disponen de las 8 horas como lo estipula la norma, y necesita trabajar, forzandolos a la informalidad.

También, lo veíamos con la tercerización del trabajo, permitiendo que las empresas deslinden responsabilidades directas en la relación laboral y la trasladen a terceros proveedores, así el ejercicio de libertad que no pueden usar para afectar el derecho que tiene los trabajadores a un vínculo laboral directo con la empresa que se beneficia de su trabajo. Debemos entender que la tercerización en Colombia es ilegal en caso en que haya intermediación laboral, puesto que, a través del tiempo esta modalidad de subcontratación contrajo desigualdad, discriminación e incumplimento en pagos de seguridad social a los trabajadores.

De acuerdo a las estadísticas, cerca de 1.800.000 nuevos empleos desde 2010 a 2018, más de 500 mil fueron fueron trabajadores por cuenta propia (personas que trabajan sin contrato), además el 25% de estos nuevos empleados no accedió a los derechos laborales en su empleo.

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Un aspecto importante del sistema laboral en Colombia, como se menciona anteriormente, es la situación que enfrenta los grupos poblacionales, como las mujeres, jóvenes y trabajadores pobres y de baja calificación. Las mujeres tiene una participación laboral 20% más inferior a los hombres y aun así el desempleo es mucho mayor de 13, 9% y el de los hombres es de 9, 2%, evidenciando la exclusión a la que somos sometidas. Sumando la segregación en actividades de baja calidad como el empleo doméstico y el trabajo no remunerado, sin dejar a un lado el gran problema de desigualdad laboral, donde por el mismo trabajo y nivel calificativo recibimos un 14% menos que los hombres. Generando de esta manera una precarización a la mujer cabeza de hogar trabajadora cuyo nivel de vida de ella y sus familiares no alcanza a vislumbrar el umbral de pobreza.

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Lo que se espera no es solo fomentar la reducción de costos salariales y la demanda de trabajo, que sólo va a funcionar si se incentiva a los empleados a contratar más trabajadores reduciendo en costo laboral y los impuestos. Lo necesario aquí  es un real fomento a las políticas públicas de empleo y sectoriales que garantice el sostenimiento del consumo y se articulen con objetivos de reducción de pobreza y desigualdad.


Referencias:

  1. Confederación Sindical Internacional CSI, 2016.
  2. Panorama laboral en Colombia: situación reciente y desafíos
  3. ¿Cuáles son las denuncias laborales más comunes en Colombia?

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