8M: de Las Calles a las Redes, y de las redes a la Realidad

March 8, 2021
Columna
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Imagen: Observatorio de Innovación Educativa
Al 8M nos convoca la igualdad, los derechos, el respeto y la sororidad.


Este 2021, a nivel mundial seguramente no habrá grandes aglomeraciones en las calles debido a la pandemia, pero sí habrá manifestaciones digitales y lecturas que nos sigan abriendo los ojos. 


Moveremos las redes y promocionaremos hashtags en busca de que no nos feliciten por el hecho de ser mujeres. Buscamos que entiendan que seguimos bajo condiciones de desigualdad. 


Sin duda y sin desconocer, ha habido cambios desde los primeros actos públicos que las mujeres demostraron inconformidades en nuestra historia, pero falta demasiado corrido por recorrer. 


Aún existen brechas salariales y muchas diferencias respecto a los hombres en varios ámbitos. 


Por ejemplo, en el mundo las mujeres ocupan el 29% de los cargos de alta dirección. En América Latina, sólo el 21% de empresas cuentan con una mujer en su máximo cargo directivo (OIT, 2017). 


Las mujeres ganan 21% menos que los hombres (OIT, 2018) y ocupan 7% de las posiciones en juntas directivas (Deloitte, 2017). 


Los últimos datos del DANE en agosto 2020 evidencian un acentuado desempleo femenino: Mujeres (21,7%) y los hombres: (13,4%).

 

La Gran Encuesta Integrada de Hogares del 2019 evidencia que, en algunos sectores de la economía, la participación de las mujeres es muy baja:

 

  • Agricultura, piscicultura, silvicultura y caza: 82,6% hombres y 17,4% mujeres.
  • Construcción: 94,2% hombres y 5,8% mujeres.
  • Minería: 85,2% hombres y 14,8% mujeres.
  • Suministro de gas, electricidad y agua: 78,90% hombres y 21,1% mujeres.
  • Transporte y almacenamientos: 91,4% hombres y 8,6% mujeres.


Cifras de Naciones Unidas (2020) muestran que la desigualdad de género afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Las niñas lo tienen más difícil para recibir una educación y, de mayores, deben superar más obstáculos para acceder al mundo laboral.


  • Solo el 48% de las mujeres trabaja (la población activa de los hombres que trabajan es el 78%.
  • 2 de cada 3 personas analfabetas en el mundo son mujeres,
  • 73 millones de niñas no van a la escuela.
  • Por cada unidad de valor que pueda ganar un hombre, la mujer gana 0,7.
  • Las mujeres representan el 25% de escaños parlamentarios en el mundo.
  • Solo el 28% de las mujeres pueden acceder a algún tipo de licencia de maternidad remunerada (solo 63 países otorgan este derecho). 


Cerrar las brechas de género en el mercado laboral podría implicar un incremento hasta del 34% el PIB de la región para 2050 (McKinsey, 2015). Sin embargo, pocos piensan en los beneficios de llegar a una igualdad en la realidad. 


Por los datos descritos, es evidente las diferencias que existen en el ámbito privado y público. 


Justamente, considero que para este 2021, la necesidad de promover el empoderamiento de nosotras las mujeres es mucho más relevante debido las oportunidades de poder aportar en las decisiones y gestiones que se hagan en este contexto mundial. 


Así que, levantemos la voz ante la sociedad con ideas innovadoras y gestiones que transformen la realidad que seguimos viviendo. Hasta que no seamos tomadas en serio, no habrá cambios. 


No queremos felicitaciones, queremos espacios de participación. No queremos flores, queremos que cada día sean 8M para demostrar de qué somos capaces. 


Sigamos fomentemos la igualdad, la justicia, la diversidad y oportunidades, agrandando nuestro círculos de colectivos activistas y feministas. La lucha debe ser constante, día a día por muchos años más. 


8M: de Las Calles a las Redes, y de las redes a la Realidad

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Al 8M nos convoca la igualdad, los derechos, el respeto y la sororidad.


Este 2021, a nivel mundial seguramente no habrá grandes aglomeraciones en las calles debido a la pandemia, pero sí habrá manifestaciones digitales y lecturas que nos sigan abriendo los ojos. 


Moveremos las redes y promocionaremos hashtags en busca de que no nos feliciten por el hecho de ser mujeres. Buscamos que entiendan que seguimos bajo condiciones de desigualdad. 


Sin duda y sin desconocer, ha habido cambios desde los primeros actos públicos que las mujeres demostraron inconformidades en nuestra historia, pero falta demasiado corrido por recorrer. 


Aún existen brechas salariales y muchas diferencias respecto a los hombres en varios ámbitos. 


Por ejemplo, en el mundo las mujeres ocupan el 29% de los cargos de alta dirección. En América Latina, sólo el 21% de empresas cuentan con una mujer en su máximo cargo directivo (OIT, 2017). 


Las mujeres ganan 21% menos que los hombres (OIT, 2018) y ocupan 7% de las posiciones en juntas directivas (Deloitte, 2017). 


Los últimos datos del DANE en agosto 2020 evidencian un acentuado desempleo femenino: Mujeres (21,7%) y los hombres: (13,4%).

 

La Gran Encuesta Integrada de Hogares del 2019 evidencia que, en algunos sectores de la economía, la participación de las mujeres es muy baja:

 

  • Agricultura, piscicultura, silvicultura y caza: 82,6% hombres y 17,4% mujeres.
  • Construcción: 94,2% hombres y 5,8% mujeres.
  • Minería: 85,2% hombres y 14,8% mujeres.
  • Suministro de gas, electricidad y agua: 78,90% hombres y 21,1% mujeres.
  • Transporte y almacenamientos: 91,4% hombres y 8,6% mujeres.


Cifras de Naciones Unidas (2020) muestran que la desigualdad de género afecta a millones de mujeres en todo el mundo. Las niñas lo tienen más difícil para recibir una educación y, de mayores, deben superar más obstáculos para acceder al mundo laboral.


  • Solo el 48% de las mujeres trabaja (la población activa de los hombres que trabajan es el 78%.
  • 2 de cada 3 personas analfabetas en el mundo son mujeres,
  • 73 millones de niñas no van a la escuela.
  • Por cada unidad de valor que pueda ganar un hombre, la mujer gana 0,7.
  • Las mujeres representan el 25% de escaños parlamentarios en el mundo.
  • Solo el 28% de las mujeres pueden acceder a algún tipo de licencia de maternidad remunerada (solo 63 países otorgan este derecho). 


Cerrar las brechas de género en el mercado laboral podría implicar un incremento hasta del 34% el PIB de la región para 2050 (McKinsey, 2015). Sin embargo, pocos piensan en los beneficios de llegar a una igualdad en la realidad. 


Por los datos descritos, es evidente las diferencias que existen en el ámbito privado y público. 


Justamente, considero que para este 2021, la necesidad de promover el empoderamiento de nosotras las mujeres es mucho más relevante debido las oportunidades de poder aportar en las decisiones y gestiones que se hagan en este contexto mundial. 


Así que, levantemos la voz ante la sociedad con ideas innovadoras y gestiones que transformen la realidad que seguimos viviendo. Hasta que no seamos tomadas en serio, no habrá cambios. 


No queremos felicitaciones, queremos espacios de participación. No queremos flores, queremos que cada día sean 8M para demostrar de qué somos capaces. 


Sigamos fomentemos la igualdad, la justicia, la diversidad y oportunidades, agrandando nuestro círculos de colectivos activistas y feministas. La lucha debe ser constante, día a día por muchos años más. 


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