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Un violador en mi camino es el que nos hemos cruzado muchas mujeres e incluso hombres. Como segunda columna, después de #25N Contra El Machismo Diario en de la Ciudad, es pertinente hablar y discutir sobre el impacto que ha tenido el discurso y baile de los colectivos feministas no solo de Chile, sino en varios países.

“Y la culpa no era mia 

Ni dónde estaba 

Ni cómo vestía 

El violador eras tú”

Hay que trascender y romper estereotipos, mujeres a la calle, vendadas y  cantando con fuerza. No es fácil dar un paso o al menos seguir insistiendo en que los derechos de las mujeres suelen ser vulnerados no solo por la sociedad, sino por el mismo sistema jurídico de los países.  

Aparecieron opositores y hombres incómodos con la el mensaje, y era de esperarse que algunos se sintieran ofendidos y aludidos a la trágica historia que nos toca vivir cada día en las calles. Porque sí, siguen existiendo hombres que en cualquier esquina va pasando alguna mujer y le dicen “hola” o simplemente se quedan mirando como si no les diera pena. Uno se enerva y quisiera gritarles, pero luego llega la angustia y miedo de meterse en un problema o que en últimas, lo lastimen. 

Por ejemplo, en Perú, miles de hombres se congregaron en una plaza a gritar y decir que ellos no eran violadores. Está muy bien que lo hagan, porque todos tenemos derecho a protestar y manifestar nuestras inconformidades, pero el hecho de que se vean aludidos a que todos son violadores, significa que no han entendido el mensaje. Son violadores lo que han cometido el crimen y el resto han sido testigos que diariamente la mujer es violentada física y emocionalmente. 

Una secuencia de errores es lo que desencadena una revolución, y de esta manera transformar la sociedad. El baile, el mensaje y canto de mujeres con los ojos vendados buscan el cambio y generar consciencia de cómo el Estado y en general las autoridades han dejado libre a los violadores. Así que no nos de miedo salir a las calles y protestar por evidenciar la deuda que tiene el Estado con las mujeres víctimas de abusos y violaciones.

“Y la culpa no era mia: Nunca es ni será nuestra culpa

Ni dónde estaba: No debe existir lugar peligroso

Ni cómo vestía: Porque el cómo estar vestida nunca es ni será una excusa

El violador eras tú”


El Violador Eres Tú

Columna
por:
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December 15, 2019

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Un violador en mi camino es el que nos hemos cruzado muchas mujeres e incluso hombres. Como segunda columna, después de #25N Contra El Machismo Diario en de la Ciudad, es pertinente hablar y discutir sobre el impacto que ha tenido el discurso y baile de los colectivos feministas no solo de Chile, sino en varios países.

“Y la culpa no era mia 

Ni dónde estaba 

Ni cómo vestía 

El violador eras tú”

Hay que trascender y romper estereotipos, mujeres a la calle, vendadas y  cantando con fuerza. No es fácil dar un paso o al menos seguir insistiendo en que los derechos de las mujeres suelen ser vulnerados no solo por la sociedad, sino por el mismo sistema jurídico de los países.  

Aparecieron opositores y hombres incómodos con la el mensaje, y era de esperarse que algunos se sintieran ofendidos y aludidos a la trágica historia que nos toca vivir cada día en las calles. Porque sí, siguen existiendo hombres que en cualquier esquina va pasando alguna mujer y le dicen “hola” o simplemente se quedan mirando como si no les diera pena. Uno se enerva y quisiera gritarles, pero luego llega la angustia y miedo de meterse en un problema o que en últimas, lo lastimen. 

Por ejemplo, en Perú, miles de hombres se congregaron en una plaza a gritar y decir que ellos no eran violadores. Está muy bien que lo hagan, porque todos tenemos derecho a protestar y manifestar nuestras inconformidades, pero el hecho de que se vean aludidos a que todos son violadores, significa que no han entendido el mensaje. Son violadores lo que han cometido el crimen y el resto han sido testigos que diariamente la mujer es violentada física y emocionalmente. 

Una secuencia de errores es lo que desencadena una revolución, y de esta manera transformar la sociedad. El baile, el mensaje y canto de mujeres con los ojos vendados buscan el cambio y generar consciencia de cómo el Estado y en general las autoridades han dejado libre a los violadores. Así que no nos de miedo salir a las calles y protestar por evidenciar la deuda que tiene el Estado con las mujeres víctimas de abusos y violaciones.

“Y la culpa no era mia: Nunca es ni será nuestra culpa

Ni dónde estaba: No debe existir lugar peligroso

Ni cómo vestía: Porque el cómo estar vestida nunca es ni será una excusa

El violador eras tú”


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