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Autor: Pablo Picasso
“La tragedia de la vida
La masacre y el genocida
Iconografía de la muerte
El dolor está latente
No hay óleo suficiente
Para pintar cromáticamente
Cada cadáver reciente”


ICONOGRAFÍA DE LAS MASACRES COLOMBIANAS 


Él observó de cerca la Ciudad Vizcaína de Guernica, sufrió, lloró, se estremeció con el dolor de la guerra, vio una población bombardeada, un aire envenenado por el olor a muerte, unos fragmentos de hombres y mujeres sobre el suelo manchado de sangre. Él, no aguantó esta tragedia y la pintó para que el mundo no olvidará nunca la brutalidad genocida del imperio Hitleriano. Él es Picasso, el pintor de la Paz.


Si Picasso, estuviera vivo, sabría que su Guernica, también representa la salvaje iconografía de las masacres en Colombia, tan sólo en 2020 suman un total de 67 que han dejado casi 300 personas asesinadas. Su lienzo no alcanzaría para contar la tragedia de cientos de comunidades colombianas. Una catástrofe que duele y que se sigue repitiendo sin parar con un efecto Droste singular que asemeja una tragedia dentro de otra. Hoy, Colombia, es una gran y real Guernica.


Picasso, tu magistral obra, también es la triste historia de Tibú, Jamundí, Caucasia, Tarazá, Salgar, Cáceres, Puerto Leguizamo, Piamonte, Suarez, Corinto, Algeciras, Tumaco y otras tantas regiones del País marcadas por la tragedia de las masacres. Las poblaciones confinadas por el temor constante a la violencia con la que actúan los actores armados serían la dolorosa inspiración de tu obra y tu arte de memoria histórica.


LOS NUEVE PERSONAJES DE GUERNICA: NUEVE SÍMBOLOS DEL CONFLICTO COLOMBIANO


Guernica, es una mezcla de sensaciones y símbolos animales, humanos y femeninos, que incluyen el rechazo a la guerra y a todo tipo de violencia contra toda forma de vida no sólo la humana. En esta obra conviven el TORO que simboliza la brutalidad de la violencia que no es ajena a la realidad colombiana. También, representa el autorretrato de un Picasso aturdido por la fatalidad, como aturdidas están las víctimas de las masacres en Colombia.


Como si Picasso fuera testigo de las madres que en Colombia lloran a sus hijos e hijas, encontramos en su obra la imagen de una MUJER CON UN NIÑO MUERTO, ella, representa a las viudas de la guerra. Madres rotas que no encuentran consuelo, fragmentadas por la imagen de sus hijos e hijas masacrados y masacradas. También son una semblanza de las madres de los mal llamados “falsos positivos” jóvenes asesinados como falsas bajas del Ejército Nacional. Es posible encontrar en su lienzo varios símbolos femeninos, LA MUJER EN LLAMAS que clama por que pare la violencia que acaba con pueblos y etnias, LA MUJER HERIDA con un pie deforme que en Colombia simboliza a las víctimas de las minas antipersonal y LA MUJER CON LA VELA, representa el acto de memoria y ritual por la barbarie, una luz de esperanza en medio del caos.


En algún lugar de Guernica, también se ve una PALOMA HERIDA, estremecedora imagen de una paz en peligro, al igual que en nuestro país, esa paz anhelada está hoy en riesgo de muerte, amenazada por los violentos que no tienen respeto por la VIDA. Sus alas blancas están salpicadas de la sangre de las personas más inocentes, defensores y defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas, excombatientes, niños, niñas, comunidades étnicas que un día creyeron en el vuelo de la paloma. Picasso, llora al verla casi desfallecida y con sus alas rotas.


UN GUERRERO, UNA ESPADA Y UNA ROSA, que imagen tan dramática de lo que ha sido la historia del conflicto en Colombia, el símbolo de las luchas y de la esperanza en medio de la guerra. Es como si Picasso, hubiese trazado la imagen de la minga indígena, campesina y afro, pinceladas de una hermosa resistencia pacífica en un escenario bélico. El guerrero representa a la guardia indígena, incólume en su dignidad, la espada simboliza el bastón de mando un icono del liderazgo étnico dirigido por el bien común. Y la Rosa, la esperanza que nunca es abandonada. ¡Como el Guerrero de Guernica, la guardia no se rinde!


En este famoso mural, Picasso, no olvidó a las víctimas, las representó con un CABALLO, la metáfora de un pueblo que le sirve a los más poderosos y que luego es asesinado por su espada cuando ya no le sirve. Que doloroso retrato de la sociedad colombiana, comunidades abandonadas por el Estado, en las que las masacres se presentan casi  a diario, cuán triste estaría Picasso ante los niveles de impunidad que hemos alcanzado.


Cual premonición pintoresca, Picasso, pintó en el centro del cuadro una enorme BOMBILLA, con la cual representó a la sociedad moderna, los avances científicos, pero también la violencia a la que a veces conlleva la ambición humana. Las armas de destrucción masiva fueron el resultado de la modernidad, acabaron con todo a su paso, con la humanidad, el entorno y la vida misma. Picasso, en suelo colombiano, al pintar esta bombilla, seguro pensaría en Hidroituango, mezcla entre los avances modernos y la absurda violencia. ¿Cuántos cadáveres oculta esta imponente obra? Seguramente miles fueron las personas arrojadas al Río Cauca para tratar de esconder crímenes atroces. Males como el extractivismo y el fracking también son pictogramas de Guernica.


Si Picasso, estuviera hoy en tierras colombianas, se preguntaría: ¿Mi Guernica se escapó a la realidad o la realidad se escapó a mi Guernica?


PARA REFLEXIONAR:


“Cuando invadieron París, los nazis visitaban de vez en cuando el estudio de Picasso para ver si podía delatar a algún artista judío. Este sólo sonreía y les daba una postal con la reproducción de su Guernica. En una ocasión, un embajador nazi cogió la tarjeta y le preguntó con desprecio: ¿Ha hecho usted esto, Monsieur Picasso…? No, respondió el pintor… lo han hecho ustedes…” (1)

Vea aquí el análisis de Guernica


Referencias


- La cámara del arte

- Imágenes de Pinterest


Guernica: Cromaticatástrofe Genocida

Columna
por:
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October 30, 2020

Galería

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Autor: Pablo Picasso
“La tragedia de la vida
La masacre y el genocida
Iconografía de la muerte
El dolor está latente
No hay óleo suficiente
Para pintar cromáticamente
Cada cadáver reciente”


ICONOGRAFÍA DE LAS MASACRES COLOMBIANAS 


Él observó de cerca la Ciudad Vizcaína de Guernica, sufrió, lloró, se estremeció con el dolor de la guerra, vio una población bombardeada, un aire envenenado por el olor a muerte, unos fragmentos de hombres y mujeres sobre el suelo manchado de sangre. Él, no aguantó esta tragedia y la pintó para que el mundo no olvidará nunca la brutalidad genocida del imperio Hitleriano. Él es Picasso, el pintor de la Paz.


Si Picasso, estuviera vivo, sabría que su Guernica, también representa la salvaje iconografía de las masacres en Colombia, tan sólo en 2020 suman un total de 67 que han dejado casi 300 personas asesinadas. Su lienzo no alcanzaría para contar la tragedia de cientos de comunidades colombianas. Una catástrofe que duele y que se sigue repitiendo sin parar con un efecto Droste singular que asemeja una tragedia dentro de otra. Hoy, Colombia, es una gran y real Guernica.


Picasso, tu magistral obra, también es la triste historia de Tibú, Jamundí, Caucasia, Tarazá, Salgar, Cáceres, Puerto Leguizamo, Piamonte, Suarez, Corinto, Algeciras, Tumaco y otras tantas regiones del País marcadas por la tragedia de las masacres. Las poblaciones confinadas por el temor constante a la violencia con la que actúan los actores armados serían la dolorosa inspiración de tu obra y tu arte de memoria histórica.


LOS NUEVE PERSONAJES DE GUERNICA: NUEVE SÍMBOLOS DEL CONFLICTO COLOMBIANO


Guernica, es una mezcla de sensaciones y símbolos animales, humanos y femeninos, que incluyen el rechazo a la guerra y a todo tipo de violencia contra toda forma de vida no sólo la humana. En esta obra conviven el TORO que simboliza la brutalidad de la violencia que no es ajena a la realidad colombiana. También, representa el autorretrato de un Picasso aturdido por la fatalidad, como aturdidas están las víctimas de las masacres en Colombia.


Como si Picasso fuera testigo de las madres que en Colombia lloran a sus hijos e hijas, encontramos en su obra la imagen de una MUJER CON UN NIÑO MUERTO, ella, representa a las viudas de la guerra. Madres rotas que no encuentran consuelo, fragmentadas por la imagen de sus hijos e hijas masacrados y masacradas. También son una semblanza de las madres de los mal llamados “falsos positivos” jóvenes asesinados como falsas bajas del Ejército Nacional. Es posible encontrar en su lienzo varios símbolos femeninos, LA MUJER EN LLAMAS que clama por que pare la violencia que acaba con pueblos y etnias, LA MUJER HERIDA con un pie deforme que en Colombia simboliza a las víctimas de las minas antipersonal y LA MUJER CON LA VELA, representa el acto de memoria y ritual por la barbarie, una luz de esperanza en medio del caos.


En algún lugar de Guernica, también se ve una PALOMA HERIDA, estremecedora imagen de una paz en peligro, al igual que en nuestro país, esa paz anhelada está hoy en riesgo de muerte, amenazada por los violentos que no tienen respeto por la VIDA. Sus alas blancas están salpicadas de la sangre de las personas más inocentes, defensores y defensoras de Derechos Humanos, líderes y lideresas, excombatientes, niños, niñas, comunidades étnicas que un día creyeron en el vuelo de la paloma. Picasso, llora al verla casi desfallecida y con sus alas rotas.


UN GUERRERO, UNA ESPADA Y UNA ROSA, que imagen tan dramática de lo que ha sido la historia del conflicto en Colombia, el símbolo de las luchas y de la esperanza en medio de la guerra. Es como si Picasso, hubiese trazado la imagen de la minga indígena, campesina y afro, pinceladas de una hermosa resistencia pacífica en un escenario bélico. El guerrero representa a la guardia indígena, incólume en su dignidad, la espada simboliza el bastón de mando un icono del liderazgo étnico dirigido por el bien común. Y la Rosa, la esperanza que nunca es abandonada. ¡Como el Guerrero de Guernica, la guardia no se rinde!


En este famoso mural, Picasso, no olvidó a las víctimas, las representó con un CABALLO, la metáfora de un pueblo que le sirve a los más poderosos y que luego es asesinado por su espada cuando ya no le sirve. Que doloroso retrato de la sociedad colombiana, comunidades abandonadas por el Estado, en las que las masacres se presentan casi  a diario, cuán triste estaría Picasso ante los niveles de impunidad que hemos alcanzado.


Cual premonición pintoresca, Picasso, pintó en el centro del cuadro una enorme BOMBILLA, con la cual representó a la sociedad moderna, los avances científicos, pero también la violencia a la que a veces conlleva la ambición humana. Las armas de destrucción masiva fueron el resultado de la modernidad, acabaron con todo a su paso, con la humanidad, el entorno y la vida misma. Picasso, en suelo colombiano, al pintar esta bombilla, seguro pensaría en Hidroituango, mezcla entre los avances modernos y la absurda violencia. ¿Cuántos cadáveres oculta esta imponente obra? Seguramente miles fueron las personas arrojadas al Río Cauca para tratar de esconder crímenes atroces. Males como el extractivismo y el fracking también son pictogramas de Guernica.


Si Picasso, estuviera hoy en tierras colombianas, se preguntaría: ¿Mi Guernica se escapó a la realidad o la realidad se escapó a mi Guernica?


PARA REFLEXIONAR:


“Cuando invadieron París, los nazis visitaban de vez en cuando el estudio de Picasso para ver si podía delatar a algún artista judío. Este sólo sonreía y les daba una postal con la reproducción de su Guernica. En una ocasión, un embajador nazi cogió la tarjeta y le preguntó con desprecio: ¿Ha hecho usted esto, Monsieur Picasso…? No, respondió el pintor… lo han hecho ustedes…” (1)

Vea aquí el análisis de Guernica


Referencias


- La cámara del arte

- Imágenes de Pinterest


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