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Foto de Drop the Label Movement


El feminismo en la cultura es presentado con un alto valor radical en la sociedad que se encuentra a favor de los intereses femeninos, y de su futuro en el cual se contempla la teoría de si este será o no será femenino, tomar el feminismo como algo a la ligera, como lo quiere hacer parecer el patriarcado es un tema tramposo montado por esta estructura de poder, donde la mujer, se ha visto expuesta en el ojo del huracán. Por como se vea y se sienta expuesta, ante la sociedad, para recalcar esta ardua lucha, entre mujeres vs hombres como si fuera parte del evolucionismo, y una competencia por saber quìen es más fuerte como especie o raza, se desencadenan varias problemáticas de simple visibilización.


En la parte cultural, en el arte y el deporte, desde comienzos de los 70´s los movimientos feministas se impusieron como una resistencia ante el modelo patriarcal, donde la lucha por la igualdad de género se impuso con una fuerte crítica hacia la sexualidad, en su máxima expresión, lo erótico de un cuerpo femenino en el deleite morboso de nosotros los hombres, que nos satisfacemos en los más profundo de nuestro morbo de ese objeto del deseo, que se convierte en consumo para las masas y quizá la misma problemática del cuerpo, del sexo, de lo deseado y la doble moral del patriarcado porque en la creación de la industria porno, siempre se vio expuesto el cuerpo femenino, claro que se necesitaba una figura masculina, que ejerciera control y a su vez placer, el mismo que hace que ante las miradas de los más pacatos se ruborizan, pero en su soledad son los directores de las morbosidades mas grandes, sin censura y sin control, por el hecho de que “somos hombres” o “machos cabríos”. Pero si nos detenemos a mirar que existe detrás de ese consumo, vamos a encontrar el lado negro de la historia donde la mujer por ser bonita, su voluptuosidad debe sacarle provecho a su carne, he aquí donde el asunto tiene sentimientos y también visceralidad, contiene otro tipo de vibración que coloca a la mujer en un papel de resistencia al ser creada en una sociedad de consumo. Donde nos tientan y forman que por ver un escote este no se puede admirar sin necesidad de poseer y controlar, muy atrás quedaron esas épocas canónicas, donde la mujer se montaba como una yegua y era obligada a formar familia, estamos en tiempos donde el cuerpo y los conceptos de familia tienden a trascender a la transformación y a la emancipación de estos conceptos como se ve  reflejado desde el arte y sus distintas posturas; en el contexto colombiano, la mujer artista ha tenido que luchar usando su cuerpo haciendo una crítica, ante el consumo, el control y resaltando su propio placer de mujer, que es tan propio como la decisión de tener o no tener hijos, pero quizá su placer es tan de ella que hasta puede decidir que desea revolucionar y por ello rompe el sello canónico de que el cuerpo de una mujer solo puede ser deseado por un hombre, también puede ser deseado por una mujer, en vista de que este último por fuera del contexto político, representa más unión, que control a manera de resistencia de la sexualidad femenina, así que debe salir del tabú y también del morbo de los hombres, se trata de dejar de señalar condiciones gustos sexuales y de placeres, que el cuerpo de ellas inspire pero sin control ni deseo, ante el machismo y el patriarcalismo.  

Foto de Arièle Bonte

Esta cruzada que han emprendido las mujeres por hacerse a un espacio en el mundo de los hombres, en esa competitividad, se ve constantemente en el deporte en cómo el feminismo le dio un nock out a la barrera del deporte, que era gobernada por los hombres, si nos remontamos a la historia existieron mujeres impresionantes en cruzar el océano o en pilotear un avión, en revelarse en contra de sus opositores siendo atletas y darle un mensaje que de lucha en contra de la opresión cuando es necesario, más allá de ver el cuerpo torneado y esculpido de una atleta es entender que su lucha no es solo por ganar una medalla si no encontrar ese punto de quiebre en donde a la mujer se le señala de ser el sexo débil; creo que tenemos que cambiar el chip de pensar de esa manera, en toda rama del deporte las mujeres han mostrado ser más disciplinadas para convertirse en atletas y hasta figuras públicas, que falta un largo camino no por recorrer, si no por luchar, porque como decía esa propaganda de los 50`s con una mujer vestida de jeans y una pañoleta alrededor de su cabeza, con el brazo luciendo su musculatura la lucha debe continuar hasta el final.          




El Feminismo en la Cultura

Columna
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October 21, 2018

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Foto de Drop the Label Movement


El feminismo en la cultura es presentado con un alto valor radical en la sociedad que se encuentra a favor de los intereses femeninos, y de su futuro en el cual se contempla la teoría de si este será o no será femenino, tomar el feminismo como algo a la ligera, como lo quiere hacer parecer el patriarcado es un tema tramposo montado por esta estructura de poder, donde la mujer, se ha visto expuesta en el ojo del huracán. Por como se vea y se sienta expuesta, ante la sociedad, para recalcar esta ardua lucha, entre mujeres vs hombres como si fuera parte del evolucionismo, y una competencia por saber quìen es más fuerte como especie o raza, se desencadenan varias problemáticas de simple visibilización.


En la parte cultural, en el arte y el deporte, desde comienzos de los 70´s los movimientos feministas se impusieron como una resistencia ante el modelo patriarcal, donde la lucha por la igualdad de género se impuso con una fuerte crítica hacia la sexualidad, en su máxima expresión, lo erótico de un cuerpo femenino en el deleite morboso de nosotros los hombres, que nos satisfacemos en los más profundo de nuestro morbo de ese objeto del deseo, que se convierte en consumo para las masas y quizá la misma problemática del cuerpo, del sexo, de lo deseado y la doble moral del patriarcado porque en la creación de la industria porno, siempre se vio expuesto el cuerpo femenino, claro que se necesitaba una figura masculina, que ejerciera control y a su vez placer, el mismo que hace que ante las miradas de los más pacatos se ruborizan, pero en su soledad son los directores de las morbosidades mas grandes, sin censura y sin control, por el hecho de que “somos hombres” o “machos cabríos”. Pero si nos detenemos a mirar que existe detrás de ese consumo, vamos a encontrar el lado negro de la historia donde la mujer por ser bonita, su voluptuosidad debe sacarle provecho a su carne, he aquí donde el asunto tiene sentimientos y también visceralidad, contiene otro tipo de vibración que coloca a la mujer en un papel de resistencia al ser creada en una sociedad de consumo. Donde nos tientan y forman que por ver un escote este no se puede admirar sin necesidad de poseer y controlar, muy atrás quedaron esas épocas canónicas, donde la mujer se montaba como una yegua y era obligada a formar familia, estamos en tiempos donde el cuerpo y los conceptos de familia tienden a trascender a la transformación y a la emancipación de estos conceptos como se ve  reflejado desde el arte y sus distintas posturas; en el contexto colombiano, la mujer artista ha tenido que luchar usando su cuerpo haciendo una crítica, ante el consumo, el control y resaltando su propio placer de mujer, que es tan propio como la decisión de tener o no tener hijos, pero quizá su placer es tan de ella que hasta puede decidir que desea revolucionar y por ello rompe el sello canónico de que el cuerpo de una mujer solo puede ser deseado por un hombre, también puede ser deseado por una mujer, en vista de que este último por fuera del contexto político, representa más unión, que control a manera de resistencia de la sexualidad femenina, así que debe salir del tabú y también del morbo de los hombres, se trata de dejar de señalar condiciones gustos sexuales y de placeres, que el cuerpo de ellas inspire pero sin control ni deseo, ante el machismo y el patriarcalismo.  

Foto de Arièle Bonte

Esta cruzada que han emprendido las mujeres por hacerse a un espacio en el mundo de los hombres, en esa competitividad, se ve constantemente en el deporte en cómo el feminismo le dio un nock out a la barrera del deporte, que era gobernada por los hombres, si nos remontamos a la historia existieron mujeres impresionantes en cruzar el océano o en pilotear un avión, en revelarse en contra de sus opositores siendo atletas y darle un mensaje que de lucha en contra de la opresión cuando es necesario, más allá de ver el cuerpo torneado y esculpido de una atleta es entender que su lucha no es solo por ganar una medalla si no encontrar ese punto de quiebre en donde a la mujer se le señala de ser el sexo débil; creo que tenemos que cambiar el chip de pensar de esa manera, en toda rama del deporte las mujeres han mostrado ser más disciplinadas para convertirse en atletas y hasta figuras públicas, que falta un largo camino no por recorrer, si no por luchar, porque como decía esa propaganda de los 50`s con una mujer vestida de jeans y una pañoleta alrededor de su cabeza, con el brazo luciendo su musculatura la lucha debe continuar hasta el final.          




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