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En esta emisión de Mujeres que Impactan, la abogada Fernanda Benavides habla acerca de la importancia de las políticas de género pero también los siguientes pasos que deben tomarse al implementarlas.


La equidad de género es una temática que se ha visibilizado mucho más en los últimos años, de manera que las empresas e instituciones han sentido la necesidad de integrar estas perspectivas en sus políticas. La abogada Fernanda Benavides explica, precisamente, el detrás de escenas de estas iniciativas.


Además de abogada, es especialista en gestión pública y máster en estudios avanzados en derechos humanos, también cuenta con una experiencia de 16 años como investigadora y docente. Desde su labor, Benavides impulsó la creación de la política de derechos humanos y de género para el sector minero energético, convirtiendo a Colombia en el único país latinoamericano con una política de este carácter para un sector tan altamente masculinizado. 


“En el sector minero energético no había política de género”, resalta la profesional, que procede a señalar el cómo la implementación de esta política, a pesar de ser un poderoso instrumento jurídico que impulsa a tomar acciones, aún hace falta seguir apalancando. “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”, resume, en un refrán.


Pues, las políticas con perspectiva de género son creadas, efectivamente, con el objetivo de erradicar las desigualdades que históricamente han afectado a las mujeres. Sin embargo, esto no sólo puede mirarse desde un plano laboral, sino que es imperativo tener en cuenta la política como una base para impulsar al cambio. 


Las cuotas de género no son suficientes para que se sienta verdaderamente un progreso, pues el contratar a mujeres simplemente por ser mujeres, no lleva a ningún fin ni tampoco a beneficio alguno para las empresas e instituciones. Es importante que no sólo se abran las puertas, sino que se busque que las mujeres puedan acceder a ellas.


Esto significa que, además de derribar techos de cristal para que mujeres en las áreas de trabajo puedan escalar a puestos de alto liderazgo y toma de decisiones, tal como sus pares masculinos, es importante que las empresas se esfuercen por encontrar el talento adecuado a sus intereses corporativos. Como también ayudar a estas mujeres a desarrollarlo.


“Hay una mayor innovación y reducción de costos cuando una mujer forma parte de un equipo”, señala la abogada, “se ha visto que se genera una mejor productividad y menores gastos”. Como también se ha evidenciado que la presencia femenina en el ámbito laboral mejora la dinámica del equipo de trabajo, generando un clima laboral más ligero.


Así mismo, es importante que las convocatorias a estos espacios sean incluyentes, que hagan una utilización del lenguaje neutro a la hora de buscar profesionales. Pues el limitar la convocatoria tan sólo en el lenguaje, limitará el ingreso de personas diversas, y no se podrá cumplir con el objetivo de inclusión laboral. Por ejemplo, en vez de convocar a ingenieros de petróleos, convocar a profesionales de ingeniería de petróleos. 

De la misma manera, las empresas también tienen un deber para con sus equipos de trabajo y empleados que, como todos, tienen una vida personal fuera del ámbito laboral. Muchas veces, las mujeres de sus empresas no pueden acceder a altos puestos de dirección debido a las limitaciones que se presentan de manera estructural en sus vidas, como ser madres cabeza de familia. Lo cual las detiene en aceptar puestos de mayor exigencia.


Pero más que otorgar a las mujeres del equipo de trabajo mayores facilidades como salas de lactancia o permisos para temas relacionados a sus familias, es importante que se implementen también permisos de paternidad, que se impulse a los empleados masculinos ser parte de la crianza. Como bien señala Fernanda, “el cambio viene desde el hogar”.


Es increíblemente pertinente educar desde una perspectiva de género al tiempo que se implementan perspectivas de este tipo, pues la cultura detrás de ellas serán lo que las sostiene, y no al contrario. La norma puede ser un primer acercamiento, pero los verdaderos pasos hacia el cambio son desde lo personal.


Más Allá de una Política

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July 14, 2021

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En esta emisión de Mujeres que Impactan, la abogada Fernanda Benavides habla acerca de la importancia de las políticas de género pero también los siguientes pasos que deben tomarse al implementarlas.


La equidad de género es una temática que se ha visibilizado mucho más en los últimos años, de manera que las empresas e instituciones han sentido la necesidad de integrar estas perspectivas en sus políticas. La abogada Fernanda Benavides explica, precisamente, el detrás de escenas de estas iniciativas.


Además de abogada, es especialista en gestión pública y máster en estudios avanzados en derechos humanos, también cuenta con una experiencia de 16 años como investigadora y docente. Desde su labor, Benavides impulsó la creación de la política de derechos humanos y de género para el sector minero energético, convirtiendo a Colombia en el único país latinoamericano con una política de este carácter para un sector tan altamente masculinizado. 


“En el sector minero energético no había política de género”, resalta la profesional, que procede a señalar el cómo la implementación de esta política, a pesar de ser un poderoso instrumento jurídico que impulsa a tomar acciones, aún hace falta seguir apalancando. “Del dicho al hecho, hay mucho trecho”, resume, en un refrán.


Pues, las políticas con perspectiva de género son creadas, efectivamente, con el objetivo de erradicar las desigualdades que históricamente han afectado a las mujeres. Sin embargo, esto no sólo puede mirarse desde un plano laboral, sino que es imperativo tener en cuenta la política como una base para impulsar al cambio. 


Las cuotas de género no son suficientes para que se sienta verdaderamente un progreso, pues el contratar a mujeres simplemente por ser mujeres, no lleva a ningún fin ni tampoco a beneficio alguno para las empresas e instituciones. Es importante que no sólo se abran las puertas, sino que se busque que las mujeres puedan acceder a ellas.


Esto significa que, además de derribar techos de cristal para que mujeres en las áreas de trabajo puedan escalar a puestos de alto liderazgo y toma de decisiones, tal como sus pares masculinos, es importante que las empresas se esfuercen por encontrar el talento adecuado a sus intereses corporativos. Como también ayudar a estas mujeres a desarrollarlo.


“Hay una mayor innovación y reducción de costos cuando una mujer forma parte de un equipo”, señala la abogada, “se ha visto que se genera una mejor productividad y menores gastos”. Como también se ha evidenciado que la presencia femenina en el ámbito laboral mejora la dinámica del equipo de trabajo, generando un clima laboral más ligero.


Así mismo, es importante que las convocatorias a estos espacios sean incluyentes, que hagan una utilización del lenguaje neutro a la hora de buscar profesionales. Pues el limitar la convocatoria tan sólo en el lenguaje, limitará el ingreso de personas diversas, y no se podrá cumplir con el objetivo de inclusión laboral. Por ejemplo, en vez de convocar a ingenieros de petróleos, convocar a profesionales de ingeniería de petróleos. 

De la misma manera, las empresas también tienen un deber para con sus equipos de trabajo y empleados que, como todos, tienen una vida personal fuera del ámbito laboral. Muchas veces, las mujeres de sus empresas no pueden acceder a altos puestos de dirección debido a las limitaciones que se presentan de manera estructural en sus vidas, como ser madres cabeza de familia. Lo cual las detiene en aceptar puestos de mayor exigencia.


Pero más que otorgar a las mujeres del equipo de trabajo mayores facilidades como salas de lactancia o permisos para temas relacionados a sus familias, es importante que se implementen también permisos de paternidad, que se impulse a los empleados masculinos ser parte de la crianza. Como bien señala Fernanda, “el cambio viene desde el hogar”.


Es increíblemente pertinente educar desde una perspectiva de género al tiempo que se implementan perspectivas de este tipo, pues la cultura detrás de ellas serán lo que las sostiene, y no al contrario. La norma puede ser un primer acercamiento, pero los verdaderos pasos hacia el cambio son desde lo personal.


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